Un funcionario de Hacienda, acusado de participar en la venta de coches robados

El Servicio de Información de Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha desarticulado en Jaén y Madrid una banda dedicada a la venta de coches robados o decomisados. Dos personas han sido puestas a disposición judicial. Una de ellas es José Herrera Fernández, de 68 años, funcionario de la Delegación de Hacienda de Jaén, jubilado en enero de este año, y la otra es Antonio O. T., de 70 años, detenido en Madrid el día 8.El detenido en Madrid está acusado de pagar unas cantidades mínimas -entre 100.000 y 200.000 pesetas- por cada automóvil robado de gran valor -Mercedes, BMW, Matra Simca y otros- que eran traídos a España desde otros países europeos. Los vehículos los traía un delincuente habitual conocido como El Marino. Seguidamente, los coches eran trasladados a Jaén y manipulados en un almacén de desgüace propiedad de dos hermanos de Antonio O. T., llamados Pedro y Nicolás.

Los automóviles eran posteriormente subastados como productos de robo o contrabando, pero su aspecto siempre era muy detenorado, por lo que era adquirido por la organización mafiosa a muy bajo precio. Un Mercedes 300, por ejemplo, fue adquirido por 200.000 pesetas, cuando su precio en el mercado es de 3,5 millones de pesetas. Una vez subastados, los coches disponían de una nueva documentación totalmente legal y eran vendidos después como coches usados.

La Guardia Civil ha descubierto hasta el momento 55 casos realizados con este tipo de maniobras y ha recuperado dos vehículos propiedad de dos ciudadanos holandeses. Los detenidos actuaban así desde 1980, si bien la mayoría de los casos ocurrieron en 1982 y 1983, cuando José Herrera trabajaba en el servicio de vigilancia fiscal, dependiente de la Dirección General de Aduanas, ubicada en la Delegación de Hacienda.

Hasta el momento no se ha determinado el volumen económico, aunque se ha confirmado que en la operación entraron varios vehículos de marca Mercedes. El gobernador civil, Francisco Rodríguez, afirmó ayer que se trata de una auténtica organización, sin atreverse a hablar de mafias.