Los ministros de Agricultura de la CEE estudian la reforma de la política agraria común

Los ministros de Agricultura de la CEE comenzaron ayer una reunión en Bruselas que tiene como objetivo reformar la política agraria común, basándose en las sugerencias que ha presentado la Comisión Europea a través de un Libro Verde. Esta propuesta centró los primeros intercambios de impresiones, tras ser presentada por Frans Andriessen, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Agricultura. Al mismo tiempo, el Senado belga ratificó ayer el tratado de adhesión de España y Portugal a la CEE.

El consejo agrícola de la CEE, que comenzó ayer en Bruselas y que finalizará hoy, prevé también en su orden del día la puesta en marcha de acciones para proteger los bosques e intentará fijar los precios de los cereales para la campaña actual, cuyo descenso ha bloqueado hasta ahora la República Federal de Alemania. A este respecto, el vicepresidente de la Comisión Europea subrayó la necesidad de tener en cuenta las condiciones comerciales exteriores, puesto que el mercado mundial practica precios muy por debajo de los garantizados por la CEE, y realizó un llamamiento a los Estados miembros para que acepten criterios de austeridad.La prevista adhesión de España y Portugal estuvo presente en las reflexiones de los ministros comunitarios, ya que, según Andriessen, "este hecho va a modificar sensiblemente la dimensión de nuestra agricultura". Según el libro verde, con la adhesión de los dos países el número de explotaciones agrícolas aumentará un 50% y el empleo agrario crecerá un 35%. "Ahora bien, dado el nivel de productividad relativamente bajo de esos dos países, el incremento inmediato de la producción agrícola final sólo será del 13%".

Proyectos de inversión

Gabriel Ferrán, jefe de la misión de España ante la CEE, asegura la presencia española en esta sesión del consejo agrícola comunitario, primera que se celebra desde la firma de los tratados de adhesión por parte de los dos países. Precisamente el Senado belga ratificó ayer por unanimidad el tratado de adhesión de España y Portugal a la CEE. Bélgica se convierte así en el primer país en completar el procedimiento de ratificación de este tratado, informa Andrés Ortega.

Esta votación se produjo al mismo tiempo que una crisis gubernamental de complicadas consecuencias, con la dimisión del vicepresidente del Gobierno y ministro de Justicia, Jean Gol. El primer ministro, Wilfried Martens, solicitó suspender los trabajos parlamentarios, pero el Senado, dada la urgencia del caso, prosiguió los debates y la votación sobre la ratificación, y luego suspendió su sesión.

El pasado miércoles, la Cámara de los Diputados belga aprobó la ratificación del tratado por 183 votos a favor y dos abstenciones. Estas últimas fueron las de dos diputados verdes que protestaron así por las presiones que se han ejercido sobre España para permanecer en la OTAN.

Por otra parte, España presentó ayer a la Comisión Europea una primera lista de proyectos estatales de inversiones públicas -dentro de la política de ayuda a las regiones del Estado- por valor de unos 180.000 millones de pesetas que querría ver cofinanciados al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Estos programas versan sobre mejora de carreteras, gaseoductos del Norte, puertos y aeropuertos, electrificación de zonas rurales, obras hidráulicas, Renfe, telecomunicaciones y electrónica, suministro de agua y proyectos de inversión industrial. Se trata de proyectos enmarcados en programas estatales, ya que en el otoño se presentarán otras series con proyectos de las autonomías y las autoridades locales.