_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A la orden

Ahora dicen que tenemos que hacer vacaciones inteligentes. Y lo conminan de la misma manera como cuando nos ordenan tomar el sol con precisión científica, observar dieta sana durante la holganza, reglamentar la incontenible sed de burbujas artificiales o incurrir en vida deportiva. Lo más odioso de la insoportable ceremonia veraniega es la mareante acumulación de imperativos categóricos. Bebe esto, visita lo otro, no comas eso, vístete de tal manera, corre así, suda con rigor, extiende bien la crema, protege los ojos, viaja con tarjeta de crédito, pásmate con ese paisaje, cuida la playa, evita el incendio forestal, usa esta ruta, conduce despacio, peca ahí, tararea y baila la canción del verano. Seguramente en eso consiste el famoso descanso veraniego: en un agotador rosario de prescripciones sanitarias, comerciales, cívicas, viarias, municipales y autonómicas. Eso sí, al final del verano eres otro. Con el cerebro mucho más lavado, completamente light.

Faltaban las vacaciones inteligentes para redondear la colada mental. A las disciplinas corporales hay que añadir ahora la flagelación espiritual para alcanzar la difícil categoría de veraneante ejemplar. A la orden haré vacaciones inteligentes, ya que con las estúpidas parece que no basta. Pero que me digan qué rayos entienden por inteligentes. ¿Visitar todavía más monumentos románicos y góticos? ¿Sufrir en la hamaca con esas novelas reñidas con las listas de bestsellers ¿Preferir los bailes autonómicos con instrumentos del país a las discotecas de decibelio multinacional? ¿Discutir en los cursos de verano lo que ya se discutió en los de invierno? ¿Son más inteligentes los veraneos atlánticos que los mediterráneos, los de sierra que los de playa, los organizados por uno mismo que los charter, los aburridos que los juerguistas, los castos que los eróticos, los patrióticos que los de pasaporte, los lluviosos que los soleados, los minoritarios que los masificados? Y una última pregunta antes de abandonar mis tradicionales vacaciones idiotas: ¿cuánto desgrava el veraneo inteligente en la declaración de 19 renta?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_