Una legendaria pareja musical
El cine del fin de semana en TVE cuenta con tres películas. Dos de ellas son conocidas y no son buenas, aunque la norteamericana Vuelve a mí tiene suficientes atractivos parciales como para ser recomendable.La tercera es desconocida en España. Se trata del filme polaco Viaje por una sonrisa, del que no hemos podido encontrar referencias, salvo algunas anotaciones sobre su argumento, que cuenta la historia de dos adolescentes que viajan desde la ciudad polaca de Cracovia al mar Báltico. La dirigió en 1972 Stanislaw Jeryka. Puede haber sorpresa o susto, o una media tinta sin una ni otro.
La segunda es un filme del inglés Bryan Forbes titulado Cinderella, la historia de Cenicienta. Su fecha de realización es 1976 y en ella actúan, además del ahora muy popular Richard Chamberlain, los veteranos actores británicos Kenneth More, Margaret Lockwood y Edith Evans. Es un mediocre pastelito sobrecargado de azúcar, para pasar el rato con manga ancha, y basta.
Viaje por una sonrisa se emite hoy a las 16
05 y Vuelve a mí a las 22.40, ambas por TVE-1. Cinderella, la historia de Cenicienta se emite mañana domingo por TVE-2 a las 22.40.
La película más interesante es, como dije, la producción norteamericana dirigida en 1949 por Charles Walters Vuelve a mí. No es una película importante, ni tiene especial significación dentro de la gran historia del cine musical de Hollywood, pero cuenta con la presencia de la legendaria pareja de baile que formaron desde finales de los años treinta Fred Astaire y Ginger Rogers. Algunos de sus números en este filme sí que merecen la pena.
Charles Walters era un especialista en números musicales, formado en el teatro de Broadway, que como tal se incorporó a las nóminas de los especialistas de Hollywood en los últimos años treinta. Dirigió las secuencias de danza de numerosos películas, entre ellas la brillante Ziegfeld follies, y pronto pasó a dirigir filmes completos. Trabajó con muchas estrellas del cine musical, entre ellas Debbie Reynolds, Esther Williams -su número de Dangerous When Wet, en el que la bailarina acuática nada con el ratón Jerry y el gato Tom, por entonces estrellas de los cartoons de la Metro, es tal vez su mejor número musical-, Frank Sinatra, Bing Crosby Vera Ellen, Judy Garland y otros.
En 1949 realizó sin pena ni gloria Vuelve a mí, ya cuando la pareja Fred Astaire-Ginger Rogers estaba, como tal pareja, en la decadencia. Ella daba sus últimos pasos de baile y, en cambio, Astaire estaba todavía subiendo hacia las cumbres de su carrera en el cine musical. El propio Charles Walters volvió a dirigir al inimitable bailarín tres años después en una memorable e insólita comedia musical titulada La Bella de Nueva York. Ginger Rogers, en la rampa de caída, fue sustituída aquí por la ascendente Vera Ellen y Fred Astaire bailó a lo grande.
Vuelve a mí es un filme de la decadencia de esta archifamosa pareja, que se amaba locamente en la pantalla y, al parecer, se odiaba fuera de ella. Poco importa esto último, pues algunos de los números que interpretaron es lo único que queda de su larga y tormentosa relación personal.
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