_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pringue

Probablemente estamos demasiado juntos, los autores de libros, los pintores, los cantantes, los políticos, los periodistas. Y esto, que, por proximidad, da calor, es realmente un pringue. En el hacinamiento, casi todo son cuestiones personales y, si se apura, hasta cuestiones humorales. Es casi imposible así que una crítica profesional o institucional no se traduzca en un asunto de animadversión o amor. El ejemplo de la querella del ministro del Interior contra este periódico fue una muestra eximia, pero en suma no deja de ser un coherente reflejo de la situación ge neral. No hay comentario (le un ley, de una pintura o de un libro que se reciba como un honesto ejercicio de esa función. 0 bien el crítico es de antemano sospechoso de apegos personales y se le descalifica por ello, o bien el criticado los reclama y se encona si no los encuentra.Estamos tardando demasiado en terminar con este engrudo de amistades y enemistades protervas. Más que una sociedad en cuya interacción se fuera eliminando la mediocridad como un escombro, la realidad se demora en estos guisos de gallinejas. No seré yo quien diga que no es sabroso o divertido, contemplado desde fuera. Adentro se chapotea.

Prácticamente la totalidad de los hombres y mujeres críticos que emergen en este país, con lucidez y talento, acaban al poco disueltos en una solución de ambigüedad. Sólo unos pocos resisten a esta maceración, pero éstos, justamente por su rareza, no son bastantes para invertir la tendencia.

El miedo a la crítica, de un lado, y el miedo al crítico, de otro, llegan a un pacto que con frecuencia conduce al apelmazamiento y a. la oscuridad social. El mal y el bien, lo vivo y lo lerdo, lo extraordinario y lo mediocre, se confunden en un mismo lenguaje erosionado por el descrédito. Todo son gallinejas. 0 bien: cuando la crítica, presionada y desvirtuada, perece, con ella se pierde la oportunidad de distinción. Doblemente: 'ni vale: nada realmente, ni merece la pena suponer que algo será a su vez distinto y valioso. No creo que pudiera diseñarse un medio de cultivo más propicio para que pululen los tontos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_