_
_
_
_
Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La revolución filmada

La batalla de Argel es uno de los títulos míticos de los años sesenta, una cinta paradigmática de una tendencia contemporánea consistente en hablar de forma directa de los problemas políticos, de manera que el debate ideológico pase a un primer plano. Su autor, Gillo Pontocorvo, italiano que después se haría famoso en España con Queimada, una cinta de aventuras que pretendía compaginar su mensaje progresista y su reflexión transhistórica.En La batalla de Argel hay aún un prurito de austeridad, con fotografía en blanco y negro. Cuando en 1966 fue premiada en Venecia, el jurado dijo que había sido "realizada con coraje y expresada con vigor". La fórmula era acertada, más que por lo que pueda haber de compromiso, por el sistema de rodaje.

'La batalla de Argel' se emite a las 19

30, por TVE-2, dentro del espacio 'La clave'.

La batalla de Argel es una producción argelina, rodada en decorados naturales y sin actores profesionales. Muchas de las secuencias fueron reconstruidas en los lugares donde habían ocurrido poco antes. La acción se sitúa entre 1954 y 1960 y es una glosa a la valentía del FLN y una mirada relativamente respetuosa para los colonizadores. Pontecorvo pone énfasis en mostrar los peligros de la violencia, en no distinguir entre las bombas de derechas y de izquierdas: los dos bandos matan, hieren a inocentes. Pero las simpatías del filme están todas del lado de la revolución popular. Los rostros de actores no profesionales son captados con cariño.

La batalla de Argel tardó mucho tiempo en poder ser estrenada en España, pues nuestra censura se solidarizó con la francesa, que consideraba que generales como Massu salían mal parados. Y así, para no molestar a nuestros vecinos franceses -una excusa peregrina que olvidaba "los tradicionales lazos de buena amistad que nos unen al mundo musulmán"- La batalla de Argel quedó retenida durante largo tiempo, produciéndose su estreno fuera de época, cuando el modelo de socialismo argelino ya no estaba en el centro de debate alguno, cuando Ben Bella era ya prisionero de las conveniencias.

El cine político muy a menudo tenía más valor por las discusiones suscitadas que por las obras mismas. Puede que visto ahora este relato anticolonial haya quedado un poco desfasado y ciertas soluciones narrativas resultan ingenuas. Nunca los puristas sintieron gran aprecio por operaciones como ésta porque ellos concedían mayor autonomía expresiva al cine y no les gustaba que la valoración de las obras dependiera de su filiación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_