La retirada de Chicago de la Expo 92 beneficiará a Sevilla, según Olivencia

La renuncia de Chicago a ser sede de la Expo 92 sólo puede beneficiar a la exposición universal que Sevilla inaugurará en 1992 con motivo del quinto centenario del descubrimiento de América, según manifestó ayer en Madrid el comisario general de este certamen, Manuel Olivencia. No se descarta que el Gobierno estadounidense, ante la retirada de Chicago, decida seguir optando por la idea de doble sede de la exposición y proponga otra ciudad norteamericana, como Miami, según afirmó Olivencia.

La retirada de Chicago "no nos ha sorprendido", dijo ayer el comisario general de la exposición de Sevilla en la conferencia de prensa que convocó en Madrid para ofrecer su valoración de este hecho. Olivencia agregó que, según las noticias que ayer mismo por la mañana había obtenido del Buró Internacional de Exposiciones (BIE), de París, la renuncia de Chicago aún no había sido formalizada.Olivencia se felicitó de que Miami -con mayores tradiciones y vivencias hispánicas- pueda ser la ciudad que releve a Chicago para ser la sede americana de la Expo 92. La existencia de una sola sede -y no dos para la Expo 92 potencia una serie de ventajas, agregó Olivencia, quien recordó también que la fórmula de la doble sede había sido excepcional, con el fin de poder conmemorar desde las dos orillas del Atlántico el quinto centenario del descubrimiento.

Añadió que si Sevilla queda como sede única verá aumentar sus ingresos, aunque también una serie de partidas -como la publicitaria- se encarecerían por no poder hacerse a medias con la otra sede y recaer exclusivamente en Sevilla.

"Si es Sevilla la única sede", añadió el comisario general, "se evitaría el reparto de temas y se ahorraría la existencia del comité de enlace". En cualquier caso, Olivencia subrayó que -si el Gobierno de Washington decide relevar a Chicago por otra ciudad de su país, "continuaremos hermanados con la sede estadounidense".

Manuel Olivencia destacó que las causas que han llevado a la renuncia de Chicago a organizar la Expo 92 no son aplicables a España. "La de Chicago", dijo, les una iniciativa empresarial sin relación histórica con este tema". Olivencia señaló también que habían existido fricciones políticas entre la municipalidad de Chicago y las autoridades del Estado, así como entre los partidos demócrata y republicano.

Además, en la retirada de Chicago ha pesado también el hecho de que las últimas exposiciones que se han celebrado en Estados Unidos no hubieran dado buenos resultados económicos, afirmó Olivencia. "La situación en España es muy diferente", añadió. "España no podía estar ausente de esta conmemoración y existe el apoyo a la exposición de Sevilla de todas las fuerzas políticas y económicas.