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Sánchez Asiáin: "La sociedad no reacciona para cambiar actitudes y renovar estructuras"

Andreu Missé

La falta de voluntad de la sociedad para renovar las estructuras y de libertad en materia laboral y financiera son las causas principales de que la política económica del Gobierno, "básicamente correcta", no haya dado sus frutos. Ésta fue una de las reflexiones centrales de la intervención de José Ángel Sánchez Asiáin, presidente del Banco de Bilbao, en la junta de accionistas celebrada ayer en la capital vizcaína. También manifestó su preocupación porque "se tomen decisiones por impaciencia, o conveniencia política, que inviertan la dirección en la que se ha venido trabajando, lo que echaría por tierra logros tan costosamente obtenidos".

Sánchez Asiaín señaló que el diagnóstico de que se dispone sobre nuestra economía, y las medidas aplicadas, son básicamente correctas, aunque incompletas "porque se ha dado excesivo protagonismo a los instrumentos de política monetaria y a la capacidad del Estado para solucionar los problemas, relegando a la sociedad al papel de sujeto pasivo". "La sociedad", agregó, "ha carecido de voluntad para rechazar, y sacudirse, un modelo de economía subvencionado, que conduce a una sociedad fuertemente intervenida con una dinámica social prácticamente inexistente".Según el presidente del Banco de Bilbao, "todos tendríamos que pedirle al Gobierno que olvide la vocación globalizadora y restablezca la confianza social favoreciendo la iniciativa, la competencia y el estímulo y a la sociedad un decidido propósito de renovación de estructuras". Sin el logro de estos compromisos, la incorporación a Europa puede contribuir o a esclerotizar nuestra economía y su entrega a las multinacionales o propiciar un nuevo empuje histórico.

En relación con los aumentos de los tipos de interés de los pasivos, acordados por algunos bancos, señaló que se trataba de "una medida insolidaria con el país, ya que éste necesita facilitar créditos a tipos bajos y ello no se puede conseguir encareciendo el pasivo.

Sánchez Asiaín señaló que una de las principales obligaciones del sector bancario consistía en la puesta en práctica de nuevas ideas y facilitar la creciente intern acion aliz ación de nuestra economía. En este sentido, señaló que la concesión del 75% de los créditos del banco se apoyaba exclusivamente en los posibles rendimientos de los negocios y no en la garantía real de los solicitantes. Y destacó que la actividad internacional significaba la cuarta parte del total del balance del grupo y que aportaba más de un tercio a la cuenta de resultados.

Aumento de la inversión

En la presentación de resultados, el consejero delegado, Emilio de Ybarra, destacó el importante crecimiento que habían experimentado las inversiones crediticias del banco en los cuatro primeros meses de 1985, que habían alcanzado los 928.075 millones de pesetas, lo que representa un aumento del 9,4% frente a un aumento medio de los bancos competidores del 0,8%. El beneficio antes de impuestos en mayo ha ascendido a 7.103 millones de pesetas.La Junta aprobó el reparto del beneficio distribuible que en el ejercicio de 1984 ascendió a 11.531 millones de pesetas, con un aumento respecto a 1983 del 15,7%. De esta cantidad se acordó destinar a dividendo activo 5.578 millones de pesetas, y a reservas voluntarias 5.953 millones. Ello significa distribuir un dividendo de 125 pesetas por acción; se ofreció asimismo la posibilidad de reinvertirlo en acciones del Banco, con una rebaja de alrededor de 50 enteros con respecto a la cotización vigente. Con la distribución de beneficios aprobada, los fondos propios de la entidad alcanzan los 97.860 millones de pesetas.

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