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Periodistas norteamericanos destacan el deterioro de las relaciones entre el poder y los periódicos

Rosa Cullell

El nuevo periodismo y la evolución de la Prensa centraron ayer el primer debate de las jornadas sobre La Prensa escrita en Estados Unidos, que se celebran durante esta semana en el Instituto de Estudios Norteamericanos de Barcelona. La idea de que "el nuevo periodismo nunca ha existido" fue expresada por los periodistas estadounidenses. Los participantes manifestaron también su convicción de que las relaciones entre Prensa y poder en EE UU han empeorado, y que han aumentando las querellas contra los periódicos. "Tras el Watergate", dijeron, "la Prensa disfrutó de una época dorada, pero ahora estamos bajo el fuego".

"Un repartidor de periódicos llegó a una casa y fue atacado por el perro. Le lanzó el diario del domingo y mató al perro". Con esta anécdota, David Gergen, periodista del US News and World Report y anteriormente director de Medios de Comunicación del presidente Ronald Reagan, ilustró cómo "los periódicos de EE UU publican cada día más páginas -Los Angeles Times imprime 123 páginas un día cualquiera-, y la gente no puede absorber tanta información". La Prensa, según Gergen, ha adoptado un papel de análisis "en un país donde los ciudadanos ven la televisión por la mañana, antes de leer el periódico".Gergen afirmó también que "alrededor del 70% de los periódicos son propiedad de cadenas multimedia". La aparición de diarios de índole nacional, que cubren todo el territorio, es uno de los nuevos fenómenos registrados por la Prensa escrita de EE UU, como manifestó George Reedy, catedrático de periodismo en la Universidad de Marquette (Wisconsin). Reedy afirmó que la actual Prensa estadounidense "es una Prensa de hechos y no de partido".

Sobre la relación entre la Prensa y el poder, los periodistas estadounidenses coincidieron en afirmar que ha empeorado y que se ha creado "una corriente de sospecha". "Nuestra generación", explicó Haynes Johnson, de The Washington Post, "ha vivido la guerra del Vietnam, la muerte de Kennedy, la crisis del Watergate... y todo ello ha dejado una marca en las relaciones entre la Prensa y el Gobierno". Según este periodista, premiado con el Pulitzer de periodismo en 1966, "en EE UU han aumentado las querellas y los problemas legales entre Prensa y poder". En este sentido, Hedrick Smith, de The New York Times, afirmó que, tras el escándalo Watergate, la Prensa "atravesó una era dorada, pero ahora está bajo el fuego".

Sobre el llamado nuevo periodismo, que protagonizaron en los años sesenta escritores como Tom Wolff o Truman Capote, Johnson afirmó que "el nuevo periodismo nunca ha existido; es lo mismo que el viejo periodismo". Para Smith, "ese periodismo que introducía la ficción en la noticia no está vigente en la actual Prensa estadounidense, y se ha quedado relegado a los docudrama de televisión".

Gerald Rafshoon, que fue director de comunicaciones del presidente James Carter y es ahora productor de televisión, recalcó la influencia que ha tenido la televisión sobre la Prensa y afirmó que "la pantalla ha convertido a los periodistas en estrellas". Participaron también en el debate Joan Culla, profesor de la universidad Autónoma de Barcelona; Manuel Ibáñez Escofet, director adjunto de La Vanguardia, y José Luis Gutiérrez, director adjunto de Diario 16.

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