Las críticas provocan una convocatoria de junta de jueces penales en Madrid

MadridEl magistrado-juez decano de Madrid, Salvador Domínguez, convocará esta semana una reunión con todos los jueces penales de la capital, a instancia de un considerable número de magistrados interesados en someter a debate las descalificaciones a que se está viendo sometida la administración de la justicia en las tres provincias vascas. Al menos seis de los 33 jueces penales de Madrid han estado destinados recientemente en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya.

El juez Domínguez aún no ha fijado el orden del día -"cuyo contenido no ha sido perfilado", y que se podría extender también a otras cuestiones-, si bien ha admitido la petición y tiene pendiente el señalamiento del día y la comunicación oficial de convocatoria.

Uno de los aspectos preocupantes son las reacciones desde la Administración y la Policía sobre el juicio y la sentencia al comisario Manuel Ballesteros, como las de Rafael Vera calificando el juicio de "cobarde y una manera de terrorismo psicológico" y la de sectores oficiales de la Policía considerando. la sentencia "injusta".

Una alta personalidad del Ministerio del Interior, en un reciente encuentro con periodistas, decía: "El Poder Judicial es un poder autonomo, pero sin olvidar que es un poder del Estado. Las conductas de los jueces en el País Vasco son intachables desde el punto de vista legal, pero no desde una perspectiva política y moral. Así, la sentencia de Ballesteros es muy grave, porque se dice que las personas que pasaron la frontera eran las que habían disparado en el Bar Hendayais. Esto es grave porque se dice que algo es un delito cuando a quien corresponde decirlo, que es a la. justicia francesa, no se ha pronunciado, y se da un salto inadecuado. Esto causa un efecto tremendo en la policía, que se pregunta: ¿Si esto le pasa a un jefe superior, qué me va a pasar a mí"?