Tras 'El pájaro espino'

El cámara de La joya de la Corona Jon Woods ya había demostrado su valía en Retorno a Brideshead y el productor-director, Christopher Morahan, que sustituyó a Irene Shubik, fue raptado del National Theatre para dirigir la serie televisiva.

La joya de la Corona llega ahora a nuestras pantallas de televisión avalada por el beneplácito de los críticos y un importante éxito comercial, conjunción bastante infrecuente. Sin embargo, su carrera en busca de la audiencia en su propio país tuvo en sus comienzos un pequeño obstáculo, precisamente la serie El pájaro espino, que se emitía a la misma hora por la BBC.

Otros mercados

La guerra de audiencia desencadenada entre la BBC-1 y la ITV (que había comenzado la emisión de La joya de la corona en enero de 1984) tuvo para esta última una solución favorable: el otro canal privado, el Canal 4, repetía cuatro días más tarde el capítulo ya emitido por la ITV. De cualquier modo, la producción de Granada Television ha sabido abrirse camino brillantemente, como lo demuestra el hecho de haber sido vendida a 30 países.

Como anteriormente La saga de los Forsythe o Arriba y abajo, esta serie británica ha logrado penetrar en el mercado norteamericano, tradicionalmente cerrado a las realizaciones ajenas (sin contar con que éstas estén en condiciones de competir con unos costes de producción desorbitados). La cadena pública norteamericana PBS emitió en diciembre pasado La joya de la Corona en un espacio reservado a "obras de gran calidad" ('masterpiece theatre").

Tampoco ha escapado el mercado televisivo francés (en el panorama europeo, uno de los más proteccionistas), donde la serie británica obtuvo el equivalente de 52 millones de pesetas del canal estatal, TF-1, por los derechos de emisión.

Poco a poco, Granada Television se ha ido ganando un puesto de cierto relieve en el escaparate internacional, acreditada por unas realizaciones a las que todos parecen otorgarle el mérito de aliar sabiamente en sus producciones rentabilidad y calidad. La concesión a La joya de la Corona del Emmy (Oscar televisivo norteamericano) como mejor obra dramática internacional es uno de los últimos éxitos cosechados por esta productora.