_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Lovematics'

Junto con el SIDA, el herpes sexantemático y la nueva castidad, nos está llegando de Norteamérica una nueva línea de electrodomésticos para el folgar, dulce folgar moderno. Son las llamadas lovematics o máquinas amadoras automáticas.Por ejemplo, está la lovedora electrónica, en plástico reforzado con formas de Marilyn, hendija milleriana y varios programas de lovado y prelovado en caliente o en frío, a elegir, con espuma suavizante, centrifugado y secado, satisfacción garantizada. Lo último es el automatic lover, puesto a punto por la General Lovectric, y que es un robot humanoide de la quinta degeneración, amante superdotado tamaño antinatural y con pilas para rato, para uso y abuso de damas desencantadas del machismo y caballeros hastiados del amor considerado corno guerra sin cuartel a bayoneta calada y cuerpo a cuerpo. Se enchufa y se le ordena: "Bautista, ama un poco aquí a la señora, que yo voy a descabezar un sueñecito". El señor se da media vuelta, y a disfrutar del merecido reposo del guerrero, mientras el fiel ayuda de cama remata la faena tras musitar al oído de la feliz usuaria:

-La ama el amador automático de Pepe González. El señorito no está para nada. Introduzca una moneda por la ranura y, al oír el primer suspiro, tiene usted una hora para disfrutarme...

(Porque, además, cobra y le gana a uno para pagar los plazos y su manutención.)

Si uno baja a por tabaco puede dejar su amador automático conectado para que vaya contentando a las visitas inesperadas.

En algunos países del eurotismo avanzado, como la RFA, hay montadas lovenderías públicas donde te hacen el lovado de la ropa sucia freudiana in situ y te la dejan como nueva, mientras uno hojea una revista.

Cuando, esperemos que pronto, nuestro sistema de economía sexual de mercado ponga esta nueva gama (el eslogan podría ser "vamos a la gama que hay que descansar") electroamorosa al alcance de todos los españoles, sólo los parados, por falta de medios, y el lumpenlovetariado, en su ignorancia decubitosupina, seguirán amándose los unos sobre las otras. Los pobres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_