Tenis en el 'metro'
. El tenis en Francia es una auténtica locura colectiva durante la quincena de Roland Garros. Los parisienses viven rodeados de raquetas y no escapan de ellas ni en el metro. Una agencia publicitaria ha emprendido una campaña para dar vida y alegría al metro y convertirlo en un signo personal de París, a semejanza de la torre Eiffel o los Campos Elíseos. Las estaciones de metro cuentan con televisores para seguir los partidos de Roland Garros e incluso hay terminales de datos para consultar las biografías de los jugadores, el resultado de los partidos o el historial del torneo. Para viajeros con tiempo, se han instalado unos pequeños frontones para jugar una rápida partida. No hay que preocuparse de nada. La dirección facilita las raquetas, las zapatilla y las bolas y guarda el bolso o la cartera durante el partido.
Además de anuncios publicitarios con la cara o los pies de Noah, McEnroe o Lendl, las 80 horas de transmisión de televisión durante los 15 días han enfebrecido a los franceses. Jugar al tenis es una moda y hay pistas municipales en los alrededores y en el mismo centro de París. En Francia hay casi 2 millones de practicantes, tres revistas exclusivamente dedicadas al tenis con una tirada cercana a los 60.000 ejemplares mensuales y páginas principales en todos los diarios, además de un resumen diario en televisión de media hora con toda la información de la jornada.
Este año se volverá a batir el récord de espectadores porque ya no quedan entradas para lo que resta de torneo. Las localidades para la final están vendidas desde noviembre. Las ausencias por enfermedad aumentan en las empresas y un diario llegaba a explicar ayer a sus lectores cuáles eran sus derechos laborales en caso de ser descubiertos por su jefe en la tribuna de Roland Garros durante las horas de trabajo. "No reclame", decía el diario, "no tiene ningún derecho si es despedido de su trabajo".
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