EVITAR CONTAGIOS
Conviene asegurarse de que el recién llegado no vaya a transmitir alguna enfermedad al anterior inquilino. Entre perros y gatos los riesgos de contagio más frecuentes suelen ser problemas de piel, como hongos (tiña), ácaros (sarna) y otocariosis (otitis parasitaria), o bien parásitos intestinales, como lombrices o ,tenias. Un detallado reconocimiento veterinario del recién llegado detectará cualquiera de estos problemas, todos ellos de fácil tratamiento, para evitar sorpresas desagradables.
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