Nacionalismos e insolidaridad
Hace algunos días, Miguel Castells publicaba en una Tribuna Libre de EL PAIS un artículo en el que explicaba el desgraciado error -en su opinión- de considerar equiparables cualesquiera tipos de nacionalismos, sin tener en cuenta la existencia de determinadas condiciones que hacen que un nacionalismo sea progresista y otro conservador o reaccionario.Cuando leí aquello me vino a la cabeza una de las Historias del señor Keuner, de Bertolt Brecht, precisamente la titulada 'Sobre el nacionalismo': el señor Keuner paseaba un día por su ciudad natal, cuando se encontró de frente con un soldado de uno de los ejércitos ocupantes de su país. Cortándole el paso, el soldado le obligó a bajarse de la acera para poder seguir su camino. El señor Keuner deseó entonces que un terremoto destruyera el país del que procedía aquel soldado, incluidos todos sus habitantes. Más tarde, cuando logró calmarse, el señor Keuner meditó sobre sus anteriores pensamientos y llegó a una conclusión muy distinta. Lo malo de la imbecilidad, pensó, recordando el suceso, es que puedes contagiarte de ella cuando la encuentras por la calle.
Miguel Castells y los que piensen como él podrán ver en esta carta un enfoque tradicional del asunto del nacionalismo. ¿Pero acaso el nacionalismo que propugna M. Castelis está libre de las más tradicionales y nefastas consecuencias de todo nacionalismo? Los que gritan: "Que se vayan", ¿piensan acaso adónde quieren que se vayan? ¿A Andalucía, tal vez? Y cuando dicen que "los Olarras y los Benegas no son vascos, ¿quieren acaso que los de Madrid neguemos que Blas Piñar es español? Y cuando un representante de HB manifiesta que para el pueblo vasco sería aceptable la perspectiva del socialismo en Euskadi, aunque ello pudiera suponer una dictadura militar para el resto del Estado, ¿quiere que la gente de izquierdas siga pensando que el nacionalismo es progresista? Este nacionalismo, ¿no tiene al menos algunos aspectos reaccionarios? ¿No es posible que de tanto pensar en su nación algunos olviden que existen problemas comunes que afectan a todo el Estado? Seguir definiéndose como nacionalista en los tiempos que corren, en los que los problemas de los pueblos se internacionalizan cada vez más, y se hace necesario un punto de vista y una acción solidaria para abordarlos, resulta cuando menos obsoleto.-
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