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Soldado muerto al dispararse una bala en la cabeza

Carlos Ángel Vilareyo Villamil, que cumplía el servicio militar en el regimiento de infantería Príncipe número 3 de Noreña, en las proximidades de Oviedo, falleció el domingo en Gijón, tras dispararse una bala en la cabeza con el arma con que practicaba unos ejercicios de tiro.

El suceso se produjo a las 11.15 horas del domingo, cuando Carlos Vilareyo, de 27 años, ordenanza del ayuntamiento de Oviedo y vecino de la capital asturiana, participaba en unas prácticas de tiro en la zona de La Providencia (Gijón). Según la versión facilitada ayer por un portavoz del Gobierno Militar de Asturias, el joven, que estaba tendido en el suelo, al igual que el resto de sus compañeros, se incorporó inesperadamente y, puesto de rodillas, se disparó un tiro en la cabeza que le causó la muerte instantánea. Carlos Vilareyo era hijo de un capitán retirado de la Guardia Civil. Sus familiares han señalado que últimamente sufría trastornos nerviosos para los que tomaba medicamentos.

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