Economía espera que la inflación no baje hasta junio

El Ministerio de Economía y Hacienda espera que los índices de precios al consumo de abril y mayo sean similares a los del año pasado. Si ocurre así, la inflación se mantendrá más alta que en diciembre pasado hasta los meses de junio y julio, considerados decisivos de lo que sucederá en el conjunto del año. Pero los últimos datos del INE confirman que el rebrote de los precios no procede sólo de los productos alimenticios, donde las frutas frescas han subido un 53,3% durante los 12 meses que terminaron con marzo.Las estimaciones mensuales de la Secretaría de Estado de Comercio sobre el próximo índice de precios al consumo -correspondiente a abril- han sido celosamente guardadas por el Ministerio de Economía y Hacienda. Lo único que ha trascendido es que en abril y mayo no se esperan resultados en la lucha contra la inflación y que las previsiones apuntan a índices de precios al consumo (IPC) similares al año pasado: un 0,5% en abril y otro 0,5 en mayo.

El INE publicará el índice de abril durante la presente semana. Si se confirman las previsiones, la inflación acumulada en los cuatro primeros meses del año seguirá medio punto por encima de la registrada en el período enero-abril de 1984. En efecto, el índice de marzo colocó los precios del primer trimestre en un 3,2%, frente al 2,7% del año pasado.

Según las fuentes oficiales, los meses de abril y mayo del año pasado fueron buenos para los precios, por lo que ahora resulta muy difícil superarlos. Las esperanzas de ganar terreno a la inflación se centran en junio y julio, cuando empezó el penúltimo rebro te de los precios, que luego flexionaron en el último trimestre del ejercicio, para recobrar fuerza otra vez a partir de enero.

La versión difundida en las dos ocasiones por el Ministerio de Economía y Hacienda culpaba de las desviaciones a los precios de los productos alimenticios. Decían y dicen sus fuentes que la inflación subyatente -la expresada por los otros componentes, que reflejan mejor la evolución de los costes y no tienen el carácter errático de la alimentación- prácticamente no ha dejado de bajar desde 1983.

No sólo de alimentación

Sin embargo, un análisis detallado de los datos en que se basa el IPC de los tres últimos meses revela esto se ajusta exactamente a lo ocurrido en el último rebrote inflacionista. Si los precios del primer trimestre del año se mantuvieran en lo que resta de ejercicio, según las proyeccciones del propio INE el IPC sería en 1985 del 13,6%. En diciembre esta misma simulación arrojaba un 7,3%; en enero, un 12,7%, y en febrero, un 13,7%. A ello han contribuido especialmente los precios de alimentación. Pero sin éstos, que representan cerca del 40% del IPC total, las alzas tendrían una trayectoria parecida: 8,4% en diciembre, 9,6% en enero, 11,1% en febrero y 11,7% en marzo. En los 12 últimos meses, los precios de los productos alimenticios crecieron un 11,2%. Pero los del vestido y calzado se incrementaron todavía más: un 11,4%. Los de la medicina estaban en el 9,5% (medio punto superiores a la media general de diciembre último), los del esparcimiento y cultura también en el 9,5%, y los del turismo en el 10,7%. Sólo tres grupos de los ocho que componen el IPC quedaban por debajo de la media: los gastos de vivienda, con el 6,8%; los del menaje y servicios para el hogar, con el 9,1 %, y los del transporte, con el 6%.Por productos, dentro de alimentación las frutas frescas han llegado a acumular en los 12 últimos meses que terminaron en marzo un alza del 53,3%. Las hortalizas, el 19,3%. Los huevos y el pollo continuaban su desescalada y quedaban en el 16,6% y el 14,2%. El café, té y similares llevaban un 19%; el vacuno fresco, un 14%; el cordero fresco, un 12,6%.

Dentro del grupo de vestido y calzado, el calzado de caballero tenía a finales de marzo una tasa anual (12 últimos meses) del 14,7%; el de niño, del 13,8%; el de señora, del 12,3%; las prendas exteriores de la mujer, del 11,1%, y otros complementos del vestido, del 11,1%.

Asimismo, en el grupo de menaje y servicios para el hogar, los artículos de limpieza habían subido un 13,6%, y en cultura los gastos de universidad, el 17%. Incluso en el componente menos alcista entre los citados, los gastos de conservación de la vivienda estaban en el 11,4% decrecimiento.