El Gobierno piensa privatizar la distribución del gas natural a los clientes industriales dentro de su nueva política
El Ministerio de Industria y Energía está estudiando la privatización de la distribución del gas natural canalizado para los clientes industriales con determinados niveles de consumo en un esfuerzo para estimular el desarrollo de este hidrocarburo en España. En estos momentos, el ministerio negocia con las empresas públicas y privadas del sector un denominado protocolo del gas, que fijará la líneas generales y reglas de juego de este sector para el futuro. Con el nuevo protocolo Enagas perderá, previsiblemente, el monopolio que tenía en la distribución del gas natural a clientes industriales.
Aunque Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía, desveló en Valencia, en el curso de la asamblea anual de las empresas del gas, lo que en fuentes de su departamento se denomina nueva política sobre el gas, no concretó hasta qué punto se tiene intención de llegar en un tema como la distribución del gas natural, que ha sido la clave del fracaso histórico del desarrollo de este hidrocarburo en nuestro país.Según fuentes fiables, la idea gubernamental, dicho llanamente, pretende extender a toda España la experiencia satisfactoria que ha realizado en el último decenio Catalana del Gas en Cataluña. Esto es, que empresas privadas, o asociadas con intereses públicos, puedan acceder a la distribución de gas natural a todo tipo de clientes, excluidas las térmicas y los grandes consumidores industriales. Asimismo, se pretende involucrar a Butano, SA, en actividades de distribución de gas natural canalizado, a medida que la botella vaya perdiendo cuota de mercado.
El consumo de gas natural, dentro de la estructura de energía primaria, apenas llegó a un 3,3% del total en 1984. En términos absolutos, este porcentaje supuso un consumo total de unos 25.000 millones de termias, de los que más del 80% correspondió a la zona catalana, donde actúa en la distribución a usuarios domésticos y pequeños industriales la empresa fundada por Pere Durán Farrel.
La razón de tan bajo nivel de consumo de gas natural en España, frente a una media en los países comunitarios que ronda el 20%, es bastante compleja. El deficiente trazado de la red primaria de gasoductos y una política comercial para el hidrocarburo sometida a vaivenes políticos heredados de la etapa franquista hizo que Enagas, la empresa pública llamada a desempeñar un papel fundamental en su desarrollo, no cumpliera del todo su cometido.
La reciente firma con Argelia de una reforma a los contratos de compra firmados en 1975 ha forzado al Ministerio de Industria, pese a la reducción de las cantidades pactadas en aquella fecha, a plantearse la disyuntiva de cumplir dicho acuerdo o volver a vivir la situación que hace dos años se denunció, es decir, la aceptación de que los nuevos compromisos con Argelia serán prácticamente imposible cumplir sin una política comercial definida sobre el gas.
Revisión de previsiones
En este sentido, el Ministerio de Industria ha decidido revisar al alza sus previsiones sobre consumo de gas natural contenidas en el Plan Energético Nacional de 1983. La revisión de esta política estaba implícita en el mencionado documento cuando se condicionaba toda la política sobre el gas a la firma de un acuerdo con Argelia. La nueva política gasística prevé ahora un consumo del orden del 6,6% de la energía primaria en el objetivo de 1990 a costa, básicamente, de la cuota que tiene el petróleo.Los puntos clave sobre los que se negocia el anunciado protoloco es la apertura de la distribución industrial (antes reservada a Enagas) a las empresas privadas y a Butano -empresa que también perderá cuota de mercado con la introducción del gas natural- y la fijación de una política de precios para el gas indiciada, por llamarlo de alguna manera, a las tarifas de las fuentes directamente competitivas, tales como los distintos tipos de fuel. La política sobre precios, de hecho, ha sido ya elaborada, o al menos fijada, en la última subida de los precios del gas canalizado realizada a primeros de año. En esa subida ya se incluía un mecanismo paulatino de adecuación de las tarifas a las energías competitivas.
Las negociaciones para el Protocolo del Gas las ha conducido el secretario general de la Energía, Martín Gallego, con los representantes cualificados del sector privado, con los que ha mantenido varias entrevistas en las dos últimas semanas.
Por último, cabe resaltar la reciente publicación en el Boletín Oficial del Estado de la autorización gubernamental para que Enagas inicie la construcción del gasoducto que unirá Miranda de Ebro con Madrid a través de Burgos y Valladolid. Se trata del primer esfuerzo positivo para que el consumo de gas natural sea una realidad en la zona centro de España a partir de 1988.
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