De Carlos a Mendoza. Sin novedad, mi general

Ramón Mendoza ya es presidente del Real Madrid, luego de que ayer se realizara el traspaso de poderes en un acto social al que asistieron muchas personalidades. Luis de Carlos, el dirigente saliente, estuvo en un tono triunfal y utilizó un símil castrense: "Sin novedad, mi general". Mendoza también buscó metáforas: "No sufrimos el síndrome de abstinencia". La nueva directiva ha llegado a un acuerdo con Hugo Sánchez para que juegue en el Real Madrid a partir de la temporada 1986-1987 e iniciará contactos con Maceda, así como para la renovación de los baloncestistas Jackson y Robinson.

El traspaso de poderes en la presidencia del Real Madrid con centró a todas las autoridades de la capital del Estado. Figura destacada era Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, al que acompañaban el gobernador civil, José María Rodríguez Colorado, y representantes de la Comunidad de Madrid y de todos los estamentos del deporte español. El acto se desarrolló a las ocho de la tarde en el salón de trofeos, "donde 85 años de leyenda del fútbol mundial nos con templan", señaló Ramón Mendoza, el nuevo presidente.Luis de Carlos, el saliente, había preparado un memorándum de 17 páginas sobre su gestión de siete años. Hacía especial hincapié en la deuda económica del club, que cifraba en 849 millones de pesetas. Su despedida estuvo rodeada de tonos triunfalistas. Incluso, en otra intervención anterior, por la mañana, llegó a glosar sus virtudes premonitorias, al anticipar los futuros males que han ido aquejando a la entidad. En su último discurso, ya por la tarde, dijo: "Me cabe la satisfacción de poder entregar la presidencia con la tranquilidad de conciencia del deber cumplido. La situación real es tan nítida, clara y satisfactoria que, si se tratase de una entidad castrense, tendría que decir 'sin novedad, mi general'".

Luis de Carlos insistió, tanto por la mañana como por la tarde, en la misma frase: "Recibí un equipo campeón de Liga y lo entrego campeón de Europa". "Puedo dejar", terminó, "una plataforma que es una plataforma de lanzamiento".

Ramón Mendoza leyó su discurso. Manifestó que el Ramón Mendoza de 12 años se hizo socio del Real Madrid, que le hubiera gustado ser presidente y que, como tal, le gustaría empezar con la suerte de Ramón Mendoza y acabar con la misma dignidad que ha acabado Luis de Carlos. Agradeció la asistencia de Tierno Galván, "que es el alcalde de mi pueblo", y no pudo evitar contradecir, en su discurso, el tono triunfalista de su antecesor: "La entidad atraviesa una difícil situación. Lucharemos para recuperar prestigio y credibilidad. Partimos de una realidad económica nada boyante". Genéricamente, añadió que el Real Madrid "no tiene urgencias históricas que cumplir y no ha padecido nunca síndromes de abstinencia". Anunció finalmente que ofrecería la presidencia de la Fundación Santiago Bernabéu a Luis de Carlos. Dicha entidad tendría una función benéfica.

Tras el protocolo de los discursos y dentro de un ambiente de gran cordialidad, algunos asistentes ofrecían sus particulares interpretaciones. Miembros de la junta saliente insistían en que la deuda, de 849 millones, era muy inferior a la anunciada en otras situaciones. A ello habían contribuido los excelentes ingresos en la Copa de la UEFA. Directivos de la nueva junta no coincidían con este análisis. Según alguno de ellos, la deuda debe cifrarse en torno a los 1.300 millones, "aunque es evidente que ha descendido en este último año".

Capítulo aparte era el relativo a los fichajes, en el que Ramón Mendoza no se quiso pronunciar públicamente. Sin embargo, el acuerdo con el jugador Hugo Sánchez para la campaña 19861987 -la 1985-1986 la jugará en el Atlético- ya es un hecho. Luis Molowny, técnico del primer equipo, iniciará las gestiones personales con el jugador Maceda, del Spórting de Gijón, para su fichaje.

En lo relativo al equipo de baloncesto, el club ha tomado ya contacto con los abogados de los jugadores Jackson y Robinson para su renovación, dado que la contratación del jugador Andrés Jiménez, del Ron Negrita Joventut, se hace difícil. A las órdenes de Lolo Sáinz sólo se pondría un jugador nuevo.