El juez Lerga conoció el 22 de abril la existencia de la carta exculpatoria para García de Enterría

BONIFACIO DE LA CUADRA, El juez de Delitos Monetarios, Luis Lerga, conoció en la mañana del pasado día 22 de abril la existencia de una carta, en poder del notario de Madrid Juan Vallet Goytisolo, firmada por Francisco Javier Palazón, principal inculpado en la supuesta evasión de capitales que se investiga en dicho juzgado, según fuentes de la defensa de Eduardo García de Enterría y de su esposa, Amparo Lorenzo Velázquez. Las mismas fuentes aseguraron que la citada carta, exculpatoria para el matrimonio García de Enterría, fue retirada de la notaría por su firmante 90 minutos después de que el juez Lerga fuera informado sobre su existencia.

La representación del matrimonio García de Enterría -integrada por el procurador Argimiro Vázquez Guillén y los abogados Gonzalo Rodríguez Mourullo y José María Stampa Braun-, explicó que la decisión de solicitar del juez la intervención del escrito que se encontraba en poder del notario fue consecuencia del fracaso de la reunión celebrada en el despacho de García Enterría el día anterior, 21 de abril, en la que los hermanos de Palazón -Miguel Ángel y Alfonso- y su hija Mónica se negaron a sustituir la carta por otro escrito similar dirigido al juez o que, en cualquier caso, no fuera susceptible de una retirada unilateral.A juzgar por lo afirmado por los abogados de García de Enterría, Palazón estaba enteramente conforme con el contenido de la carta, que había sido redactada materialmente por su abogado Miguel Bajo Fernández, quien posteriormente, el 11 de mayo renunció a la defensa, como consecuencia de la huída de Pala zón. Sin embargo, preguntado ayer por este periódico sobre la veracidad de su autoría de la misiva, Bajo señaló: "imposible que eso lo hayan dicho Stampa y mucho menos Rodríguez Mourullo, a quien conozco desde hace 18 años".

Bajo niega ser autor de la carta

Bajo aseguró que conoció la carta cuando se la enseñó su cliente y que se opuso a su contenido, por estimarlo perjudicial para su defensa. Estimó que los autores son los abogados de García de Enterría y añadió que cualquiera que le conozca sabe que él no tiene el "excelente estilo literario" que se observa en el escrito.

En opinión de la defensa de García de Enterría, era una garantía para ambas partes que tanto el firmante,como los destinatarios tuvieran que dar su conformidad para que el documento pudiera ser retirado de la notaría. Con esto, además, quedaba a salvo la principal preocupación de Palazón, que era el posible regreso a la prisión de Carabanchel.

Según los abogados de García de Enterría, Palazón temía que la divulgación del contenido de la carta pudiera nfluir sobre la Audiencia Nacional, con motivo de la vista, fijada para el 9 de mayo, de la apelación del fiscal contra la libertad bajo fianza de 60 millones de pesetas, cóncedida por el juez Lerga. En la reunión que, según esta versión, se celebró el día 21 de abril, no se hizo ningún ofrecimiento de aval por parte del matrimonio García de Enterría, en contra de lo manifestado por los familiares de Palazón, según los cuales el matrimonio García de Enterría trató de presionarles con la amenaza de comunicar a la justicia española una copia de la querella presentada por la Banca Rottischild contra Palazón y con el ofrecimiento de un supuesto aval por importe de 215 millones de pesetas.

Ante la negativa de la familia Palazón a modificar el procedimiento de retirada de la carta, el notario Ramón Fernández Purón, que aguardaba en una habitación próxima, no llegó a actuar. Al día siguiente, el procurador y el letrado Rodríguez Mourullo, según su propia versión, comunicaron al juez Lerga, poco después de las 10 horas, la existencia de la carta en la notaría de Vallet y la conveniencia de intervenirla, dada la importancia de esta prueba para sus defendidos. Poco después, a mediodía de ese mismo día, la carta fue retirada de la notaría.

EL PAÍS trató ayer de confirmar esta información con el juez Luis Lerga, pero no fue posible localizarle en el juzgado ni en su domicilio.