Garantías suficientes

F. B., Existen garantías desnuclearizadoras suficientes por parte de España, ya que bastan las salvaguardias firmadas con la AlEA -a las que se agregarán otras nuevas cuando se produzca el ingreso formal en el Euratom-, según opinan las fuentes de los Ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa consultadas.

Según estas fuentes, las salvaguardias equivalen a las exigencias del TNP en lo que respecta a las garantías de que el material nuclear destinado a uso pacífico no sea desviado con fines bélicos.

El hecho de que España suscribiese el Tratado de Prohibición de Pruebas de Armas Nucleares es, según el Gobierno español, una garantía adicional, ya que sólo le permitiría las pruebas subterráneas, no prohibidas por este tratado, lo que exigiría una alta tecnología y serían, en cualquier caso, de sencilla deteccíón.

De todos modos, fuentes del Gobierno y del PSOE insisten en la validez de la declaración conjunta hecha por el Congreso y el Senado en octubre de 1981, atribuyéndola voluntad desnuclearizadora.

Esta declaración, que era la misma que autorizaba al Gobierno a solicitar la adhesión en la OTAN, afirmaba que "en el proceso de negociación posterior a la adhesión ( ... ) el Gobierno no aceptará compromisos que impliquen el almacenamiento o la instalación de armas nucleares de la Alianza en nuestro territorio".

"En todo caso", agregaba la declaración, "cualquier decisión ulterior sobre esta materia requerirá laprevia autorización de las Cortes Generales".

Desnuclearización con pegas

La declaración tiene dos graves pegas, según expertos gubernamentales en materia de Seguridad y Defensa: por un lado, al no tener rango de ley, sólo obligaba al Gobierno de UCD que estaba en el poder en ese momento.

Además, según estos mismos expertos, tenía una grave imprecisión, al hablar de "armas nucleares de la Alianza", cuando la Alianza, comá tal, no tiene este tipo de armas y son algunos países miembros los que las poseen y las controlan.

En cualquier caso, estas imperfecciones técnicas no impiden, según las cualificadas fuentes gubernamentales y del PSOE consultadas, que exista una auténtica voluntad desnuclearizadora por parte del actual Gabinete.