Atlético y Spórting jugaron durante 80 minutos al 0-0

El Atlético de Madrid, subcampeón de la Liga, ya es, por lo menos, semifinalista de la Copa del Rey. Para ello eliminó al único equipo que en la Liga le hizo sombra al final para alcanzar el segundo puesto. Pero lo logró tras un partido que no estuvo en consonancia con la buena campaña que viene realizando en esta temporada. Jugó a conservar el gol de ventaja cobrado en Gijón y ofreció una mala imagen. Aún peor lo hizo el Spórting, que retendió salvar la eliminatoria confiando en marcar un gol que le llevase a la prórroga en los últimos 10 minutos del encuentro.El Spórting no hizo ayer honor a la tradicional emoción de la Copa. Salió a que no le marcasen ningún gol. La consigna ofensiva llegaría desde el banquillo, caso de que se mantuviese el 0-0 inicial, cuando el tiempo reglamentario se estuviera consumiendo. Desperdició 80 minutos de juego para en 10 intentar igualar la eliminatoria. Su objetivo era no algastar fuerzas, no recibir ningún gol y dar el do de pecho al final.

El Atlético, por su parte, fue a lo suyo. El tiempo jugaba a su favor y tampoco mostró ninguna inquietud por marcar. Guardó bien sus espaldas y esperó a que llegara el aguardado acecho final a su portería para amontonar hombres y no ofrecer huecos.

El hecho de que, en un primer momento, los dos contendientes diesen por bueno el resultado inicial impidió el espectáculo. El escaso afán de los jugadores fue tal que el árbitro sólo señaló seis faltas en la primera parte, cuando lo normal es que se cometan unas 35 en un partido.

La pasividad y la apatía sobre el campo fue tal que la capacidad técnica de 20 profesionales del fútbol -los porteros quedan al margen- pudo ponerse en duda. Hasta las defensas se contagiaron de tamaña tranquilidad y llegaron a cometer errores tan garrafales que dejaron en óptimas condiciones para el remate a Hugo Sánchez y Zurdi, que fallaron en sendas ocasiones. En ese remate de Zurdi, parado por Mejías, se esfumó el 50%. de la capacidad ofensiva del Spórting. Porque luego, en lo que restó de partido, sólo realizó uno más, de Cundi, obligado al ser de lanzamiento directo de falta y rechazado por la barrera.

En este sentido, el Atlético se esforzó más por buscar la puerta, aunque sólo fuera porque jugaba en su campo y el contrario le dejaba mucho espacio libre por un excesivo amontonamiento de hombres atrás. Espinosa y Cundi eran los marcadores; Maceda, el libre por detrás de ellos; Mino, por delante; Jiménez, como fuerza de choque para que ningún rival llegara suelto, y Esteban, Joaquín y Mino, siempre prestos a echar una mano.