Unos 80.000 funcionarios suecos, bajo cierre patronal

El cierre patronal decidido por el Gobierno sueco el pasado día 3 de mayo y que afecta a unos 80.000 funcionarios está en vigor desde el sábado, aunque por coincidir su inicio en fin de semana no se notará hasta hoy, lunes.La medida, según informa la agencia France Presse, es la más importante de este género jamás tomada por el Estado de Suecia, y responde a la huelga que declararon el 2 de mayo último 20.000 agentes de los servicios públicos para pedir. un alza salarial del 3,1 % por 1984 y 1985. La reivindicación, según la autoridad laboral, choca con la prioridad dada por el Gobierno a la lucha contra la inflación.

El cierre fue decidido después de intensas negociaciones y de la intervención de una comisión mediadora. Pero estos esfuerzos han topado con la intransigencia del sindicato de funcionarios que convocó la huelga, que pedía como mínimo un 0,7% más que lo sugerido por los mediadores.

Por la incidencia del paro desde el pasado 2 de mayo en los controladores aéreos y en unos 600 agentes de aduanas, el tráfico aéreo ha sufrido paralizaciones. El cierre afectará sobre todo a 55.0000 enseñantes del grado secundario, lo que provocará las vacaciones forzadas de 300.000 alumnos.

Otros implicados serán los funcionarios de la oficina central de estadísticas, así como los servicios civiles de la defensa y la oficina de protección de la naturaleza. Estos sectores, según han señalado medios políticos, no son considerados vitales para la seguridad del país, ni para, el funcionamiento de las principales administraciones públicas.

Objetivos del Gobierno

En opinión de los observadores, el Gobierno sueco podrá alcanzar con esta medida, entre otros objetivos, el subrayar la validez de su empeño en bajar la inflación desde el 8,1 % en 1984 al 3% en el presente año, así como el endosar a los promotores de la huelga sus efectos impopulares.

No obstante, la entrada en vigor del lock-out durante el fin de semana parece haber tenido también como objetivo el aprovechar los días de descanso para intensificar las negociaciones entre las partes.