Los grandes bancos consiguen imponer fuertes reducciones en el nuevo coeficiente de recursos propios
El Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y los presidentes de los grandes bancos privados han mantenido dos recientes almuerzos en los que se ha perfilado la regulación definitiva del coeficiente de recursos propios, rebajándose sustancialmente los planteamientos iniciales de la autoridad monetaria, el alcance de la nueva ley de régimen fiscal de determinados activos financieros y la instrumentación de las ayudas concedidas al Banco Urquijo-Unión por el conjunto de la banca para su saneamiento.El Banco de España ha reducido sustancialmente sus propuestas de regulación de los recursos propios de las entidades financieras a la luz de las indicaciones y discusiones mantenidas con la banca privada. A pesar del secretismo con que se han querido rodear los últimos avances, no repartiendo los nuevos borradores de reglamento por temor a posibles "filtraciones", lo cierto es que la autoridad monetaria ha aceptado la mayor parte de los planteamientos de la banca privada y lo que iba a ser un "coeficiente de garantía muy difícil de cumplir" para buena parte de las entidades parece que se va a convertir en un pequeño esfuerzo sólo para algunos bancos.
Inicialmente el Banco de España fijaba que los recursos propios -suma del capital, reservas y otras formas de captación de dinero como la deuda subordinadano podría ser inferior al 4,5% del total de todos los conceptos del activo del balance confidencial de las entidades. Este límite mínimo se ha rebajado al 4%.
A la hora de valorar los fondos propios se excluían, en principio, los fondos de comercio de las entidades en crisis, pero -"y para no perjudicar más a los bancos que más han colaborado en el saneamiento de entidades en dificultades" como reconocía el Banco de España- en el nuevo borrador se admite que no se deduzcan de los recursos propios estos fondos. Para algunas entidades esta permanencia puede suponer cumplir ya el nuevo coeficiente.
Coeficiente genérico
Además del coeficiente genérico del 4%, el nuevo borrador de reglamento establece rebajas sustanciales en algunos tramos importantes del coeficiente selectivo que se imponía para determinadas inversiones de los bancos. De esta forma mientras que las inversiones en valores tenían que tener un respaldo del 25% del total en recursos propios se reduce ahora hasta el 12%.Las participaciones en bancos y otras entidades financieras, así como las participaciones en empresas del grupo pasan de tener que estar cubiertas al 100% con recursos propios a un 25%.
Por último, otra de las innovaciones introducidas sobre el borrador inicial es que, frente al coeficiente especial por riesgos contraídos con las empresas del grupo de forma global, en la actualidad se ha admitido la petición de separar por sectores productivos a las distintas empresas del grupo a la hora de calcular qué porcentaje de recursos propios deberá proteger estos riesgos.
La banca había señalado que no se podía penalizar la concesión de créditos a empresas eléctricas, mineras, inmobiliarias o de construcción de forma global. El Banco de España ha aceptado imponer los mismos coeficientes en función del riesgo contraído, pero por sectores, lo que disminuirá, indudablemente, el volumen de recursos propios necesarios para cubrir esas inversiones.
Con todas estas modificaciones sobre los plantemientos iniciales del Banco de España, unido al calendario de adaptación de cuatro años que permanece inamovible y a la necesidad de cubrir el coeficiente de recursos propios para el balance consolidado de los grupos y no banco a banco, las entidades financieras han logrado que se reduzca de forma sustancial los deseos de la autoridad monetaria de garantizar la actividad bancaria con los recursos propios.
La banca extranjera, a la que no se le aplicaban los recargos por concentración de riesgos generales que establecía el primer borrador se verá favorecida en la nueva redacción ya que se excluyen de los cómputos los créditos concedidos en divisas y sólo se integran los acordados en pesetas.
En algunos medios financieros se destaca como muy importante el haber conseguido que se reduzca el volumen de recursos propios que se exige por las participaciones bancarias y no bancarias, y la consideración individual de los riesgos por ramas de actividad en lugar de englobarlos en función de quien sea su propietario o principal accionista. Con estas nuevas consideraciones la mayor parte de las concentraciones industriales desaparecen o, al menos, se mitigan mucho.
Aceptar esta nueva redacción del desarrollo del coeficiente de recursos propios supone dejar de lado uno de los objetivos perseguidos por una parte del Banco de España que trataba de "desanimar la concentración de riesgos en empresas del grupo". Propiciar esto se debía a que ha sido una de las causas que más veces se ha repetido en los casos de bancos en crisis.
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