Nicolás Redondo afirma que la política del Gobierno aumenta las desigualdades sociales
La crítica a la política económica practicada por el Gobierno socialista -"excesiva y descompensada"- constituyó ayer el núcleo central de la intervención del secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Nicolás Redondo, en el Club Siglo XXI. Un día después de que el Consejo de Ministros aprobara la reforma de las pensiones, el líder sindical reivindicó un sistema público de Seguridad Social, advirtió del incremento de las desigualdades sociales y pidió el reconocimiento a la labor realizada por UGT en la transición.
La conferencia de Redondo, titulada "Visión de la sociedad desde el sindicato", supuso una réplica casi constante a los planteamientos económicos del Gobierno de Felipe González. El secretario general de UGT, afirmó que los esfuerzos realizados por los trabajadores a nivel salarial y de flexibilización laboral para superar la crisis, no habían solucionado el problema "aterrador" del desempleo por lo que habría que pedir responsabilidades tanto al Ejecutivo como a la patronal CEOE.Ante la falta de creación de puestos de trabajo, Redondo expresó el temor de que se estuviera fomentando "empresarios de ficción" y, con respecto al Gobierno, afirmó que su política económica "que se nos intentó presentar como dogma de fe inamovible, resulto excesiva y descompensada". "La versión de economía de mercado -que se nos explica como la única posible y la panacea universal- solo está trayendo a nuestro país más paro, más desigualdad y más miseria".
El líder sindical contestó la tesis mantenida insistentemente por el presidente del Gobierno de que no puede haber eficacia social sin eficacia económica -argumentando justamente lo contrario. "Es imposible", afirmó, "una sociedad en la que exista eficacia económica con disgregación y regresión social"
Privilegio de minorías
Las desigualdades existentes en la sociedad -"que tienden a incrementarse"- fue uno de los aspectos en los que Nicolás Redondo hizo más hincapié. Afirmó que en estos momentos existen dos Españas: la de aquellos que por su alto nivel de rentas pueden acceder a puestos de trabajo cualificados, y la de los parados. Y aunque dijo no querer personalizar con ejemplos, añadió que no es la misma España aquella en la que viven, entre otros, los altos cargos de la Administración, que la de los que han perdido la esperanza de encontrar medios de subsitencia. Ante ello, Redondo pidió la igualdad de oportunidades para acceder a la formación y, sin duda aludiendo a algunos de los actuales ministros, dijo que "hoy parece requisito casi ineludible para ocupar puestos clave en la Administración haber cursado estudios en alguna resonante universidad extranjera, privilegio de minorías".Al referirse al campo estrictamente laboral, el secretario general de UGT advirtió la rotunda oposición de la central a la liberalización del despido, y abogó por la jornada semanal de 35 horas y por el mantenimiento del poder adquisitivo global. Redondo afirmó también la necesidad de un nuevo sindicalismo para afrontar los retos que impone la transformación de la sociedad, y alentó a luchar contra el "neoliberalismo en boga".
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