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El Madrid ridiculizo a un finalista continental

El Real Madrid, según se esperaba, sentenció anoche, entre calor y lluvia, la final de la Copa de la UEFA. El equipo blanco hizo toda la exhibición sobre el terreno de juego húngaro. Supo contener los ímpetus de un duro batallador, sin más nociones, y lo acabó noqueando, tras abrumarlo a golpes bien dirigidos y pensados. El Madrid, después de cinco finales continentales perdidas en toda su historia no va a sumar la sexta. Lo que debe conseguir en Madrid el día 22 es su séptimo entorchado europeo.Cuando se tiene moral de triunfador es difícil que salgan las cosas mal. Y si esas ganas de lucha se emplean frente a un rival correoso, pero endeble, con la técnica no olvidada, lo normal es que el éxito esté asegurado. El Videoton salió como un equipo de posesos; con bajas, pero con 10 hombres de campo que corrían sin cesar y molestaban cualquier acción madridista de descongestionar su pressing. No tuvo ocasiones de gol claras y sólo su movilidad en el centro del campo pareció que podía hacer daño, pero se quedó en fuegos de artificio.

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El único problema inicial para el Madrid fue el continuo cambio de posiciones de Burcsa, al que no siguió Gallego, como era de esperar. Pero ello arrastró a Burcsa que al principio entró solo por la izquierda controlado por San José, y a Palkovics que lo hizo por la derecha, donde estaba Camacho. La defensa madridista no tuvo fallos y Miguel Ángel ni siquiera necesitó hacer ni una sola parada. Los contraataques madridistas, con tres puntas, fueron en cambio mucho más amenazantes que otras ocasiones.

El juego creador de Gallego y Michel sí pudo tener esta vez continuidad y apoyos delante. Valdano volvió a ser el menos afortunado, pero Butragueño, a pesar de su falta de condición física, y Santillana, no sólo fijaron continuamente atrás a los defensas húngaros, sino que empezaron a ser una pesadilla. Un centro alto de Gallego, con las tres puntas en la boca del gol y otra combinación que na ció en el centrocampista y perdió Butragueño en el último momento, fueron el preludio del gol. Y cinco minutos después pudo venir ya el segundo, de la firma de El Buitre, que se hubiera consagrado si su disparo, ya cerca de la línea de córner, después de regatear al portero, no hubiese ido muy cruzado

Los primeros minutos tras el descanso volvieron a ser idénticos por parte del Videoton, pero su empuje, sólo un poco más peligroso que anteriormente, fue contestado con creces por el Real Madrid. Si Miguel Ángel tuvo que salvar, magníficamente, sólo un tiro de Vadasz junto al poste derecho y un cabezazo de Csuhay, ya con el 0-2 en el marcador, Gallego, Santillana y Valdano perdieron tres tantos antes de que consiguiera los suyos Santillana y Valdano.

La goledada pudo ser aún mayor. El Videoton, más lanzado al ataque se vio aún más soprendido al contraataque. Butragueño volvió a ser clave en todos los ataques madridistas. En las cuatro prime ras ocasiones de gol dio dos de los pases previos al regate y también los anteriores en los restantes. Sólo dejó el relevo a Juanito en el tercer tanto.

Después del 0-2, el Madrid hizo ya un fútbol-control, aún más seguro de sí mismo, y sólo tuvo un fallo, en una mala cesión de Camacho, que Palkovics no aprovechó al rematar demasiado cruzado. Pero el tercer gol vino a hacer justicia en la exhibición madridista. El equipo blanco finalizó el partido entre aplausos.

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