España juega hoy ante un Gales más motivado que nunca

País de Gales parece haberse provisto de alas tras su triunfo en el Hampden Park (0-1) frente a Escocia, y más de uno recuerda aquí con orgullo que el juego desplegado por los galeses provocó que el público escocés despidiera a sus ídolos al grito de "¡basura, basura!". El goleador galés lan Rush aseguró ayer que está en plenas condiciones para jugar esta noche (20.30 horas, TVE-1) frente a España; y Gordillo confesó que, pese a las molestias, saldrá a defender la camiseta española. Y es que, como asegura Vicente Miera, "cuando el jugador dice que quiere jugar no hay quien le pare. Ni Rush ni Gordillo han querido perderse este partido". Mike England, seleccionador galés, lleva días pidiendo a la afición de Wrexham que Hene el estadio, y ya se han agotado las entradas. El gran duelo está servido. Con lluvia, con llenazo, con Rush, con Gordillo y en un estadio a la vieja usanza. País de Gales y España intentan coger hoy carrerilla pan saltar el charco y aterrizar en México 86.

País de Gales no ha tenido demasiada suerte en la Copa del Mundo. La primera y única vez que se clasificó fue en 1958. Con señalar que después de llegar a los cuartos de final fue eliminada por la selección brasileña de Didí, Vavá, Pelé, Garrincha y compañía (campeona de aquel año), está dicho todo.Pero a la experiencia de aquel campeonato mundial de Suecia han sucedido momentos más tristes. Por ejemplo, País de Gales no estuvo en Argentina, pues tenía que ganar en casa a Escocia en el partido decisivo; y cuando dominaban claramente, una mano despejó en el área galesa un centro escocés. El penalti dio a Escocia el pasaporte para Argentina.

Horas después, las imágenes de televisión demostrararían que la mano pecadora pertenece a Joe Jordan, delantero escocés. Y, para redondear la mala suerte, hay que recordar que los galeses tampoco viajaron a España 82 porque Checoslovaquia les superó con mejor diferencia de goles.

Ahora están metidos en otra guerra y esperan la que es su penúltima batalla. Y lo hacen con nueve de los 11 jugadores que fueron goleados en Sevilla (3-0). England, que confía en que "el estadio ruja" esta noche, ha retocado el equipo con dos incorporaciones que todos consideran pueden ser decisivas.

Atrás colocarán al joven de 21 años Pat Van der Hauwe, el muchacho belga que acaba de nacio nalizarse; y delante, a lan Rush Entre un portero (Neville Southall) que puede ser nombrado Futbolista del Año dentro de un par de semanas, y un rompedor (Mark Hughes), cuyas piernas son lo más parecido a las columnas del Partenón, existe, según palabras del propio England, "un gran equipo con experiencia, con moral de triunfo tras la victoria en Escocia y consciente de que juega uno de los partidos más importantes de su vida".

Maestros en defender

"Tenemos que intentar conseguir un gol, porque será la única forma de que España se abra, ya que son maestros, al igual que los italianos, en defender. En estos encuentros, el árbitro juega un papel primordial, pues cuando un equipo trata de romper la defensa del contrario es muy importante saber si el juez va a dejar jugar o no". England, al igual que el portero Southall, que todavía recuerda el gol que le metió en Sevilla, reconocen que se llevaron una gran alegría cuando supieron que no jugaba Butrageño. Otro ausente será Camacho, sancionado por acumulación de tarjetas..

El seleccionador galés espera que sus jugadores no salten al césped esta noche con resaca por la victoria en Glasgow, "pues Escocia posee un equipo que puede destrozar a cualquier rival en cualquier momento". "Allí empezamos un trabajo que debemos proseguir hoy y culminar cuando recibamos a los escoceses", dice el entrenador de Gales.

"Si conseguimos anular a Hughes y Rush, Gales baja mucho" (Arconada). "No podemos dormirnos. Su estilo no permite ni pensar" (Gerardo). "No tienen nada que ver con aquellos de Sevilla" (Liceranzu). "Son grandes jugadores, aunque tampoco hay que asustarse" (Goikoetxea). "Somos conscientes de lo mucho que nos jugamos y de que dependemos de nosotros" (Maceda). "Son brutos; chocan contra las piedras sin enterarse" (Julio Alberto). "Habría preferido un Gales menos motivado" (Víctor). "Todo lo que sea un resultado positivo lo firmo ahora mismo" (Gallego). "Te hacen un roto en un suspiro" (Gordillo) "Hay que sorprenderlos al contra golpe" (Rojo). "Hay que jugar con el corazón caliente y la cabeza fría" (Rincón). Once pensamientos para 11 titulares. "Ese equipo (País de Gales) me gusta, y mucho. Menos técnico que el escocés, pero mucho más rudo en su comportamiento futbolístico. La mezcla, por tanto, resulta explosiva", dice el seleccionador español, Miguel Muñoz.

Cambio de uniforme

En las horas previas al partido todo es muy distinto. Existen grandes diferencias. España vive a 60 kilómetros del Race Course Ground de Wrexham, donde se jugará el encuentro. Gales está al lado. España, en un hotel rodeado de pasos elevados. Gales, en un viejo y hermoso palecete rodeado de bosques. England enseñó sus cartas al mediodía. Muñoz esperó hasta las ocho de la noche. Los galeses, ganen, empaten o pierdan, cobrarán 200 libras (43.400 pesetas). Los españoles, 400.000 pesetas si ganan y 250.000 si empatan. Si pierden, claro, nada. Y como hay que echar mano de todos los recursos, España vestirá totalmente de azul, con medias negras esta noche. Hace casi cuatro años que ese uniforme está en los armarios. La última vez que se utilizó fue en un amistoso, pues España estaba clasificada de oficio para su Mundial. Hoy será distinto. Hoy se viste de azul y habrá que sudar sangre para ganar.

Alineaciones probables

País de Gales: Southall (Everton); Slatter (Bristol Rovers), Van der Hauwe (Everton), Ratcliffe (Everton), Jackett (Watford); James (Queens Park Rangers), Nicholas (Luton), Phillips (Manchester City), Thomas (Chelsea); Hughes (Manchester United) y Rush (Liverpool). España: Arconada (Real Sociedad); Liceranzu (Athlétic), Goikoetxea (Athlétic), Maceda (Spórting), Julio Alberto (Barcelona); Gerardo (Barcelona), Víctor (Barcelona), Gallego (Real Madrid), Gordíllo (Betis); Rojo (Barcelona) y Rincón (Betis). Árbitro: Keizer, de Holanda.