Eddy Planckaert volvió a ser mas rápido que Kelly

ENVIADO ESPECIAL Juan Fernández lo intentó, pero la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista a España también se saldó con un triunfo extranjero. El belga Eddy Planckaert, enrolado en el Panasonic, holandés, se impuso en la meta de Lugo al irlandés Sean Kelly, que también luchaba por su segunda victoria de etapa. Es el segundo triunfo del menor de los Planckaert, especialistas en llegadas masivas. Mikel Induráin sigue de líder. La nota triste fue el grave accidente del belga Loos y el español Salvá.

Una etapa que debía de ser tranquila casi terminó en tragedia. Ayer hubo de todo en la Vuelta 85: caídas de consecuencias graves, despistes de organización, supuestas irregularidades al disputar el sprint final y puñetazos una vez cruzada la línea de meta. Los más perjudicados, un belga, Loos, y un español, Salvá.Todo transcurría con absoluta tranquilidad, aunque Radio Vuelta ya había facilitado la primera noticia triste, el fallecimiento del padre del que fue gran escalador abulense Julio Jiménez. Los ciclistas se acercaban a La Coruña cuando un perro invadió la carretera. Jaume Salvá, de 23 años, iba, tranquilo, en la cola del pelotón. No tuvo tiempo de esquivar al animal. Salió catapultado de su bicicleta y su rostro golpeó el asfalto

Unos diez ciclistas más se vieron involucrados en la caída. Salvá perdió el conocimiento y por su rostro manó abundante sangre mientras era atendido por el doctor Fernando Astolki: "En el primer instante temí lo peor, pero, al ver que reaccionaba, nos tranquilizamos todos". Astolki intubó con rapidez al corredor, que fue trasladado a la residencia de la Seguridad Social de La Coruña. El belga Loos siguió idéntico camino, pero su evolución fue peor, ya que una lesión cervical le paralizó el lado izquierdo del cuerpo y, a última hora de la noche, se le produjo un coágulo de sangre en la cabeza que precisó una operación.

El joven ciclista del Hueso tuvo suerte de ser atendido a tiempo. El recuerdo de la muerte del campeón portugués Joaquim Agostinho pasó por la mente de todos. El portugués perdió la vida hace un año, cuando disputaba la Vuelta a Portugal, tras una caída provocada también por un perro. Salvá recobró el conocimiento -después volvió a perderlo- y, según los médicos que le atendieron, sufrió una fuerte conmoción cerebral que le provocó amnesia momentánea. Tiene múltiples heridas, además de fractura del macizo nasal. Su caso fue a la inversa que el de Loos, pues el estado de éste no parecía revestir en principio gravedad.

En La Coruña siguieron los incidentes. El recorrido estaba tan bien estudiado por los organizadores que el camión escoba se convirtió en cabeza de carrera durante algunos minutos. Lo cierto es que el Ayuntamiento y Unipublic no llegaron a un acuerdo económico sobre la instalación de una meta volante en la capital (cuesta 150.000 pesetas) y, aunque se disputó, la corporación municipal no pagó un duro. "Se la regalamos por prestigio", manifestó uno de los representantes de Unipublic.

Ajeno al jaleo de La Coruña, Juan Fernández (Zor) quiso convertirse en el animador de la etapa. Saltó del, pelotón en el kilómetro 65 y, pedaleando con fuerza, llegó a tener una ventaja de 5.30 minutos. En el pelotón nadie le inquietó. El Reynolds no quería tirar "para que nadie pudiera decirnos que atacábamos a un español", según José Miguel Echávarri, su director técnico. Pero lo cierto es que faltaban muchos kilómetros, el viento soplaba de costado y todos esperaban el desfallecimiento de Fernández. La aventura finalizó casi a las mismas puertas de Lugo.

La llegada estaba situada en un lugar ideal para que Eddy Planckaert, de 27 años, se anotara su segundo triunfo en la Vuelta 85. Ya ganó en la misma ciudad en 1982. Pero ayer necesitó de todas sus artimañas para anotarse la victoria. El irlandés Sean Kelly, que aspiraba a ella, quiso pasar al belga por su izquierda, pegado a las vallas publicitarias. No lo consiguió porque fue cerrado automáticamente. "No he hecho nada irregular. Kelly sabía que por ese lado no podía pasarme y es lógico que le cerrara", declaró el belga.

El número final lo protagonizaron dos belgas: Noel Dejonkheere y René Martens. El primero agredió al corredor del Fagor nada más concluir la carrera. Martens cayó al suelo y fue evacuado en una ambulancia con más teatro que heridas. Al parecer, ambos se habían estado provocando en los últimos kilómetros, lo que originó una reclamación oficial del director del Fagor, Luis Ocaña. Dejonkheere y Martens andan picados desde que ambos pertenecieron al Teka, equipo que todavía adeuda dinero a Martens, según asegura el ciclista del Fagor.

Se disputa hoy la quinta etapa, Lugo-Oviedo, con 238 kilómetros y tres puertos de tercera categoría, el último a ocho kilómetros de la meta. Es la etapa previa a la de los lagos de Enol, pero ya desde hoy, a las 17.00 horas, el tráfico quedará cortado en ese bello lugar.