Los precedentes

El Inter creó el precedente y puede repetirlo. En 1971, su delantero Boninsegna fue golpeado por una botella en Moenchengladbach (República Federal de Alemania), donde su equipo cayó derrotado de forma estrepitosa y, teóricamente, fue eliminado de la Copa de Europa en octavos de final (había ganado en Milán por 4-2 en la ida). Sin embargo, el club italiano reclamó y se jugó un tercer partido, en Berlín Occidental, donde el Inter arrancó ya un empate a cero y se clasificó. Incluso llegó a la final, que perdió, por 0-2, frente al Ajax en Rotterdam. El pasado 7 de noviembre de 1984, en Glasgow, en partido de la Recopa, el jugador del Rapid vienés Weinhofer recibió otro botellazo a los 82 minutos y dejó a su equipo con 10 hombres. El Celtic, escocés, que había perdido por 1-3 en la capital austriaca, venció por 3-0 y se clasificó también teóricamente, para los octavos de final. Pero el equipo austriaco reclamó y la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) volvió a mandar repetir el encuentro, en Manchester. Entonces ganó el Rapid por 0-1, eliminó al Celtic y hasta ha llegado ahora a la final de la competición con el Everton.Bergomi, pues, sustituido con más o menos razón, pero con astucia, por parte de un Inter desbordado ayer, es la carta que no le hubiera hecho falta de haberse clasificado y que sí va a esgrimir ahora. La UEFA, en función de la reclamación italiana, podría tomar medidas similares a las citadas. Ése es el peligro. Dentro de la alegría general, un gesto más para agradecer a esos cafres, socios madridistas, conocidos como ultrasur. Los del Atlético apedrean autobuses; éstos pueden echar abajo una gesta.