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Guerra afirma que la derecha no ganaría las elecciones aunque él organizase su campaña

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, hizo ayer en Valencia una recomendación a la derecha española para que se pusiera de acuerdo y constituyera una alternativa de poder "en bien de la convivencia pacífica de la sociedad". No obstante, añadió: "Si yo mismo dirigiera la campaña de la derecha, no conseguiría que ganara las elecciones". En la sesión de apertura del IV Congreso del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), que se inició ayer en Alicante, Guerra dijo que, desde que el PSOE llegó al poder, "el golpe de Estado ha desaparecido no sólo como posibilidad real, sino de la conciencia de los españoles.

Alfonso Guerra hizo, en este sentido, un canto a los logros del Gobierno socialista, especialmente en su relación con instituciones históricamente poco afines a su partido, como la Corona, la Iglesia y el Ejército.

Asimismo, indicó: "Desde el punto de vista estrictamente partidario, nos convendría que la derecha siga como está: desarbolada en pequeños grupos. Pero la convivencia pacífica de la sociedad exige que haya una alternativa, yo diría que la remotísima posibilidad de una alternativa".

Guerra afirmó también que el Gobierno ha conseguido "poner en marcha un mecanismo que quizá termine definitivamente con uno de los problemas más terribles de la convivencia: el enfrentamiento entre Euskadi y España". Posteriormente, insistió en que "los objetivos del partido son la emancipación de la clase trabajadora" y que tenemos que ser cuidadosos con nuestro propio partido". Esta última frase la acompañó de una dura crítica hacia los que ejercen desde los cargos públicos el clientelismo político y lo utilizan para mantenerse en el poder. "Lo ideal", dijo, "es que quien desempeñe un puesto de responsabilidad esté dispuesto a marcharse en cualquier momento si se lo pide el partido".

Victoria frente a Lerma

Por lo que se refiere al desarrollo del congreso, el bloque de delegados que dirigen el consejero de Cultura de la Generalitat, Cipriá Ciscar; el presidente del PSPV y de las Cortes valencianas, Antonio García Miralles, y el consejero de Gobernación y vicepresidente del Consell, Felipe Guardiola, consiguió ayer su primer triunfo frente al aparato controlado por el secretario general del partido y presidente de la Generalitat, Joan Lerma, inmediatamente después de la sesión de apertura. Este sector, conocido como el trío o la troika, consiguió imponer la composición de la mesa, presidida por la diputada Adela Plá. El grupo de Lerma, que tenía intención de presentar una candidatura distinta, decidió no hacerlo al considerar que podría perder la votación.La gestión de la ejecutiva saliente se aprobó con 19.601 (86%) votos a favor, 205 (1,14%) en contra, 2.622 (11,52%) abstenciones y 288 (1,26%) ausencias. Vicente Garcés, concejal del Ayuntamiento de Valencia, pidió la abstención y dijo que una vez más se cumplirá la vieja afirmación de que las conclusiones son buenas para que el congreso las debata, pero no para aplicarlas, informa Efe.

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