Los países en desarrollo exigen una participación más activa en la próxima conferencia monetaria mundial

Los países en desarrollo exigieron ayer en Washington una participación mucho más activa de cara a la conferencia mundial sobre cuestiones monetarias que se celebrará previsiblemente a finales de año. Fuentes solventes señalaron que el denominado Grupo de los veinticuatro, que se reunió ayer en la víspera de la conferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, se oponen a la propuesta de que sus preparativos queden sólo en manos de las naciones industriales.El comunicado final hecho público al término de la reunión de este grupo propone la creación de una denominada taskforce (grupo de trabajo) "encargado de examinar todos los aspectos del problema de la deuda y de estudiar mecanismos para aliviar la carga de la deuda, entre otros, el suministro de recursos adicionales, tomando debidamente en cuenta los problemas específicos de los países de bajo ingreso".

El grupo de los veinticuatro exigió al FMI la formulación de propuestas para la creación de un nuevo servicio específico con el fin de mitigar la carga adicional que representa la deuda externa, entre ellos "la apertura de una cuenta de subvención de intereses y la ampliación del servicio de financiación compensatorio". Asimismo pidió la creación de otro fondo para "hacer posible que los países que tienen pagos atrasados cumplan sus obligaciones según un calendario realista".

El comunicado reafirma la necesidad de que los países en desarrollo participen más activamente en el proceso -que ellos entienden de reforma- del sistema monetario internacional, de cara a la conferencia monetaria propuesta.

Los países industriales, que hoy celebrarán una reunión separada dentro del denominado grupo de los diez, son partidarios de que antes de que se convoque la conferencia monetaria se determinen, en pequeño comité, los temas exactos que deben tratarse en la misma. EE UU se opone a incluir en la agenda la reforma del actual sistema monetario derivado del que se elaboró en 1944 en Bretton Woods. Los países en desarrollo piden que se amplíen los recursos del FMI y del Banco Mundial y se reduzca la condicionalidad en su concesión.