Preston Sturges, un maestro desconocido

Esta noche, con la emisión del filme El gran McGinty, realizado en 1940, comienza el ciclo dedicado por la televisión a un singular cineasta norteamericano, Preston Sturges, que será para la inmensa mayoría de los españoles todo un inolvidable descubrimiento.Preston Sturges -nacido en el seno de una acaudalada familia de Chicago, Illinois, en 1898- comenzó su carrera en Hollywood en los años 30, como guionista y argumentista de prestigiosos directores, como Rouben Mamoulian, William Wyler, James Whale, Norman Taurog y Frank Tashlin. Con anterioridad se había dedicado a los negocios y más tarde, de la mano de la legendaria bailarina Isadora Duncan, íntima amiga de su madre, entró en el mundo del teatro, donde alcanzó resonantes triunfos, entre ellos el de la comedía Strictly Dishonorable, que unos años después llevó a la pantalla John M. Stahi con guión del propio Sturges.

Pasó en 1940 a la dirección con la citada El gran McGinty, a la que siguieron en el mismo año Navidades en julio, en 1941 Las tres caras de Eva y Los viajes de Sullivan, en 1942 Un marido rico, en 1944 The Miracle of Morgans Creek, Hail the Conquering Hero y El gran momento, en 1947 Mad Wednesday, y finalmente en 1948 Unfaithfully Yours y The Beautiful Blonde from Bashful Bend.

Su carrera norteamericana acabó ahí. Comenzaban en Hollywood los años negros de la represión fascista del senador Joseph McCarthy y Sturges fue uno de aquellos tuvieron que exiliarse a toda prisa para no caer en sus garras. Se instaló en Inglaterra donde realizó un filme mediocre, Los carnés del mayor Thompson. En 1958 volvió a los Estados Unidos, donde murió al año siguiente.

En sólo ocho años, este extraordinario y hoy casi desconocido cineasta realizó algunas de las mejores comedias de la historia de Hollywood, bien nutrida de excelentes ejemplares de este difícil género. En ciertos aspectos su maestría está a la altura de Ernst Lubitsch y Billy Wilder, y su aportación a la definición de los aspectos ácidos y críticos de este tipo de filmes es incluso superior a la de estos dos grandes especialistas.

El gran McGinty, como toda primera película, tiene balbuceos, pero presagia ya en algunas secuencias y sobre todo en la orientación del modelo, los filmes de los años inmediatamente posteriores, algunos de los cuales, como Los viajes de Sullivan y Un marido rico, son obras de un talento extraordinario, auténticas maquinarias de precisión, llenas de riqueza, ingenio, gracia, inteligencia y poder transgresor. Ningún buen aficionado al cine debe desconocerlas.

El gran McGinty se emite hoy a las 21.35 por TVE-2.