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Concluyó en fracaso la visita de Pérez de Cuéllar a Irán e Irak

La gira por varios países del golfo Pérsico del secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, concluyó ayer con un fracaso, puesto de manifiesto por la inmediata reanudación por Irak, tras su partida de Bagdad, de sus ataques contra petroleros que cargan en la terminal de Jarq, mientras Irán acusaba nuevamente a su adversario de utilizar armas químicas en el frente.Poco antes de despegar de la capital iraquí rumbo a Nueva York, el secretario general reconoció el escaso éxito de su misión al afirmar que "el abismo" que separa a ambos beligerantes "es aún profundo" y por tanto "no hemos encontrado ninguna solución al conflicto", pero prometió continuar "sus esfuerzos para acercar los puntos de vista ( ... )", según la agencia de Prensa iraquí Ina.

Aunque no llegó a proponer ningún plan concreto para poner término a la guerra, iniciada hace más de cuatro años, Pérez de Cuéllar formuló, según fuentes diplomáticas, varias sugerencias que sintetizaban las exigencias de ambos bandos. El más alto funcionario de la ONU preconizaba primero la instauración de una tregua parcial -solicitada por Irán-, que sería paulatinamente ampliada hasta convertirse en un alto el fuego global y desembocar en una negociación de paz, tal y como pide Irak.

Pero, como era previsible, el régimen islámico de Teherán rechazó esta segunda parte de la oferta del secretario general, mientras ayer en Bagdad las autoridades baasistas se negaron a aceptar la primera fase porque, como declaró a su huésped el presidente Sadam Husein, Irak se opone a los acuerdos parciales y desea concluir cuanto antes "una paz justa y duradera entre ambos países".

A diferencia de Teherán, el secretario general recibió en Bagdad una acogida calurosa, y tanto el presidente como su ministro de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, prometieron "cooperar con seriedad y lealtad" con la ONU.

Armas químicas

A pesar de la escasa confianza que le merece, el Consejo Superior de Defensa Iraní se dirigió ayer a la ONU en un comunicado en el que le pide que "intensifique sus esfuerzos para impedir al régimen iraquí utilizar armas toxico-químicas", como lo hizo el lunes en cuatro ocasiones en la zona pantanosa al norte de Basora causando, según Teherán, la muerte de 11 de sus soldados.

Poco después un comunicado castrense iraquí señalaba un ataque de su aviación en la mañana de ayer contra un "gran objetivo naval", términos habitualmente utilizados para designar a los petroleros que suelen abastecerse en la terminal iraní de Jarq.

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