La crucifixión de Manila.
Cada Viernes Santo tiene lugar en la Penitenciaria Nacional de Filipinas la representación en vivo de la crucifixión de Jesucristo. El pasado viernes le tocó el turno a Gerardo Calubag, un recluso condenado a muerte por el asesinato de dos compañeros. La permanencia durante 16 minutos y 17 segundos clavado en la cruz le ha valido a Calubag la conmutación de su pena por la de cadena perpetua.
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