Un socialista muy personal

Michel Rocard, de 53 años, popular en las encuestas, pero muy controvertido en las filas del Partido Socialista francés (PS), encarna una concepción personal de la política y del socialismo a la que ha dado su nombre: el rocardismo.Al adoptar la modernidad frente al arcaísmo, el hablar sincero frente al tradicional discurso de aparato, Rocard se ha alejado radicalmente en repetidas ocasiones de los cercanos a François Mitterrand.

Algunos de sus compañeros de partido le consideran como un francotirador deseoso, ante todo, de poder personal.

Ambicioso, muy brillante, Michel Rocard explica con soltura los problemas económicos más complicados. Fue inspector de Finanzas en 1958, y a los 35 años era secretario general de la Comisión de Cuentas y Presupuestos. Rocard es, no obstante, un socialista de larga trayectoria: se unió a la Sección Francesa de la Internacional Obrera (de la que saldría el Partido Socialista) a los 20 años y se convirtió en secretario nacional de los estudiantes socialistas.

En 1974 deja el liderazgo del Partido Socialista Unificado y se afilia al PS de Mitterrand. Las primeras diferencias entre ambos no tardarían en aparecer y se hacen públicamente manifiestas el 17 de diciembre de 1978 cuando por primera vez critica el "arcaísmo político", palabras, en realidad, dirigidas contra Mitterrand. Se inicia entonces la guerra por el poder dentro del partido.