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La dirección del PCE bloquea las cuentas bancarias de organizaciones territoriales con mayoría carrillista

La dirección central de¡ PCE bloqueó ayer por sorpresa las cuentas bancarias de la organización regional de¡ partido de Madrid, controlada por el sector afecto a Santiago Carrillo y enfrentado al actual secretario general, Gerardo Iglesias. Esta medida ha sido tomada ya en otras organizaciones y significa, junto al control de la propiedad de los locales, ya iniciado, el primer paso práctico hacia el apartamiento de los carrillistas de la parte del aparato del partido que controlan. Carrillo y los suyos respondieron ayer mismo a la decisión de expulsarles de los órganos dirigentes afirmando que el ecretariado del partido está provocando una escisión y que lucharán legalmente hasta el fondo para retener las siglas PCE en las organizaciones afectadas.

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El secretario regional de Madrid, Adolfo Piñedo, informó del bloqueo de las cuentas bancarias en una conferencia de prensa convocada ayer por el sector carrillista para responder a la decisión, adoptada este fin de semana por la conferencia nacional del partido, de considerar "autoexpulsados" de los órganos de dirección a los miembros de este sector si en 15 días no se retractan de su propuesta de formar una plataforma de ,unión de todos los comunistas para las próximas elecciones.Según Piñedo, el comité de Madrid conoció el bloqueo de las cuentas bancarias ayer mismo, y no por la dirección central, sino cuando se lo comunicaron los bancos. El comité madrileño considera que el asunto es una agresión "incalificable" y demuestra que los dirigentes máximos del PCE intentan romper la organización de Madrid. Por su parte, un portavoz del secretariado del comité central confirmó la medida y explicó que forma parte del proceso de centralización y globalización del patrimonio del partido. Según fuentes comunistas, hace un año comenzó la labor de poner todos los locales de la organización a nombre del comité central del partido, con lo que la dirección trata de asegurarse el control del patrimonio.

Además, en este proceso de escisión no declarado pero cada vez más profundo existe la batalla legal por las siglas, que, según dijo ayer Santiago Carrillo, se llevará hasta el fondo. Para el ex secretario general, es la dirección actual la que está escindiendo el partido al crear organizaciones paralelas a las que controlan los carrillistas. Carrillo invocó la Constitución, que exige que los partidos funcionen democráticamente, y los estatutos del PCE, donde no existe ningún artículo que permita a la dirección central montar organizaciones paralelas a las existentes.

La unidad y los votos

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Los dirigentes carrillistas difundieron ayer un manifiesto con su respuesta a las decisiones de la conferencia nacional. En él afirman que el actual grupo dirigente sacrifica a una "convergencia fantasmal" de izquierdas la unidad del partido y la recuperación del voto comunista. Firman la declaración, junto con Carrillo, los dirigentes de las organizaciones afectadas: regionales de Madrid, País Valenciano, Galicia y Euskadi, y provinciales de Granada, Valladolid y Albacete.

La única solución es que Gerardo Iglesias y los suyos renuncien a este proceso y que se abra una discusión sobre el programa de los comunistas para las próximas elecciones, dijo Carrillo, quien insistió en que su sector se mantiene dentro del PCE y en que los cargos autoexcluidos acudirán a las reuniones de los órganos directivos.

El ex secretario general matizó que su propuesta de plataforma no tiene como objeto formar una coalición fuera del PCE para las elecciones, sino "trabajar por la unidad", incluso "con el grupo de Iglesias". Su propuesta, dijo, ha sido acogida con simpatía en las bases y cuadros de los grupos a los que va dirigida, como el Partido Comunista de Ignacio Gallego, aunque no ha habido respuesta aún. No obstante, cuando se le preguntó si sería capaz de pasarse al partido de Gallego, respondió tajante: "Jamás de la vida, jamais de la vie; podemos hacer cualquier cosa menos eso".

Carrillo no ahorré calificativos contra Iglesias, a quien culpó de la situación por su "travestisino" político, que le hizo pasar en pocos días de "enernigo furibundo de los renovadores" a promotor de la renovación. También dijo que "quien comenzó a expulsar en este partido" fue Iglesias, "rnartillo de renovadores" en la conferencia de Perlora (Asturias).

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