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El Cibona, pobres pero buenos

El Cibona de Zagreb, que mañana se enfrenta al Real Madrid en la final de la Copa de Europa de baloncesto, tiene a gala ser el club de baloncesto europeo que más victorias ha logrado con menos dinero. "No hay duda de que somos los más pobres de los mejores", declara el secretario del club, Vladimir Tadic, en su modesta oficina. en el barrio rico de Zagreb. El campo asfaltado de baloncesto en el que a veces se entrena el Cibona a partir de primavera sirve de, aparcamiento durante el invierno.

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El club Lokomotiv (locomotora) de Zagreb iba económicamente por mal camino en 1975 y decidió encontrar padrinos. Cuatro empresas alimentarias -una dedicada a las galletas, otra a los licores, otra al café y la cuarta a las frutas- accedieron a tomar al Lokomotiv bajo su protección si cambiaba su nombre por Cibona, de la raíz latina buena comida. Después de la guerra (1945), el Cibona se había llamado Sloboda (libertad), antes de pasar a llamarse Zagreb y Polet (entusiasmo).Este equipo de cuatro nombres es para Zagreb cuestión de honor. Cuando la bancarrota lo amenazó a fines de los años cincuenta, los mejores cantantes de la capital croata dieron conciertos a beneficio del club. En algunos partidos, los hinchas juveniles se disparan con canciones patrioteras que insultan a los equipos rivales de otras repúblicas de Yugoslavia. Pero entre el servicio de orden y la policía controlan Jos ánimos.

"Gastamos lo que ganamos, no hay beneficios, aunque el municipio y nuestros patrocinadores nos ayudan también", declara Vladimir Tadic, secretario. En el Cibona juega el torbellino Drazen Petrovic, al que, al decir de los aficionados y entendidos, algunas un¡versidades estadounidenses le habrían ofrecido hasta tres millones de: dólares. Pero el reglamento yugoslavo no permite al jugador irse profesionalmente del país hasta los.30 años. Tampoco se pueden importar jugadores extranjeros.

En Zagreb y alrededores no hay gigantes sureslavos. El croata continental es más alto que la media del sur de Europa. "Pero no da la talla que la canasta requiere y por eso buscamos jóvenes talentos por la costa dálmata y entre las aldeas rocosas de Hercegovina", dice Tadic. Captan adolescentes, a los que aseguran estudios, una beca razonable y, sobre todo, horizontes de gloria. De los 10 titulares, nueve: son estudiantes. Sólo es profesional, de la economía, Mihovil Nakic, que impresiona cuando entra a las reuniones con sus 203 centímetros de altura.

Nakic, de 30 años, es el jugador más caro del Cibona, al haber ganado durante todo el año pasado unas 600.000 pesetas, según fuentes oficiales. Se le considera el mejor defensor del Cibona y, como muchos grandes del deporte, es un hombre sencillo y amable. "No veo clara todavía la suerte de Atenas. Haberle ganado ya al Real, que es el equipo más fuerte de esta copa, no quiere decir nada. La suerte está repartida por igual, aunque esperamos que se repita nuestra ya frecuente fortuna con el Real. Nos encantaría ganar, aunque ya ha sido bastante éxito llegar a la final.

La ofensiva europea del club empezó en otoño de 1977, con el entrenador Mirko Novosel. No hubo gran suerte, al ser eliminado el Cibona en los cuartos de final de la Copa Radivoj Korac. Tampoco en 1978 llegarían más lejos, tras la derrota de Bratislava por 68-83 contra el Inter Slonafta. Ya en 1980 llegó el Cibona a una final de la Copa Korac, que acabó perdiendo con el Rieti.

En la de campeones de copa fueron vencidos dos veces por un anterior ganador, así como por el campeón de Italia y por el Squib de Cantú. El Barcelona les ganó por tres puntos en su intento de llegar a la final. Sus victorias contra el Real Madrid en la final de Recopa en Bruselas de 1982, y las posteriores le dieron una dimensión europea. En el folleto que edita el club se lee en una de las páginas centrales el siguiente título: "El Real Madrid, de rodillas", refiriéndose a su triunfo en Bruselas.

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