El tratado de adhesión tiene que ser ratificado por los Parlamentos de los 'diez'

Tras el acuerdo final entre España y la CEE debe producirse todavía un complejo proceso de ratificaciones por parte de los Parlamentos de los diferentes Estados miembros, para que realizarse la adhesión española al club comunitario. Los plazos para la ratificación han sido y seguirán siendo una de las grandes incógnitas que penderán, como espada de Damocles, sobre las aspiraciones españolas.Así, tradicionalmente se ha tenido la impresión de que era necesario un período aproximado de un año para que, sin sobresaltos, las diferentes asambleas legislativas comunitarias pudieran dar su opinión -que evidentemente se espera favorable- sobre la entrada española dentro de la Europa ampliada. Las impresiones más optimistas permiten augurar que ese período pueda ser sensiblemente menor, hasta el punto de que sea efectiva la ratificación dentro del presente año. Ello posibilitaría que el ingreso español se produjera en enero de 1986.

Acortar los plazos

Según análisis realizados por los propios negaociadores españoles, y tomando como base la experiencia de integraciones anteriores, se deduce que la ratificación a lo largo de 1985 es posible, en general, en casi todos los casos, aunque con algunas dudas. La principal de éstas, tomando como punto de referencia situaciones anteriores, es la que se deriva del caso de Holanda, uno de los Estados de la Europa del norte en cuyo Parlamento no está previsto el procedimiento de urgencia.

Así, el órgano legislativo del país de los tulipanes necesitó un total de 11 meses para dar su opinión -favorable- a la entrada de Grecia en la Comunidad, lo que, de repetirse en el caso español, plantearía problemas evidentes para las aspiraciones de nuestro país. En todo caso, queda el recurso de utilizar el tradicional mes de vacaciones parlamentarias, en julio, para la discusión específica de este tema, lo que no deja de ser una simple hipótesis.

En la República Federal de Alemania son unos cinco meses los necesarios, y un período similar en los tres países del Benelux, así como en Italia. En cambio, el proceso se agiliza notablemente en Francia, Reino Unido o Grecia, donde recurriendo al procedimiento de urgencia, se puede solucionar en poco más de un mes.

Otro obstáculo adicional, evidentemente, puede ser el derivado de la convocatoria de elecciones anticipadas en algunos Estados miembros. Es el caso de Bélgica, donde todo parece indicar que van a celebrarse en octubre o noviembre; o en Francia, país en el que un cambio en el actual espectro político podría dificultar la ratificación. Si el candidato a la presidencia de Grecia, Christos Sartzetakis, alcanza hoy los votos suficientes en el Parlamento, habría tiempo suficiente para la ratificación parlamentaria antes de las elecciones legislativas del próximo otoño. El adelantamiento de éstas o su convocatoria anticipada e inmediata podría complicar el cumplimiento de los plazos.