El juez sospecha que Paula indujo a los que intentaron matar al amante de su mujer

"Yo creo que han ido a matarle, y tengo sospechas de que fueron inducidos por Rafael de Paula", dijo ayer Manuel Grosso de la Herrán, titular del Juzgado número 2 de El Puerto de Santa María, que instruye el sumarlo en relación con la agresión sufrida por José Gómez Carrillo, ex futbolista del Cádiz y ex subdirector de juego del casino Bahía de Cádiz. A éste se le atribuyen relaciones sentimentales con Marina Muñoz, la mujer de Paula, y fue apuñalado en su domicilio el pasado 8 de marzo, presuntamente por Oswaldo Prado Jiménez, quien actuó acompañado por José Rodríguez Zafra.

El Puerto de Santa MaríaTodavía no se ha dictado auto de procesamiento contra el torero Jerezano y contra su amigo, el industrial vasco Enrique Vidarte, que permanecen en prisión provisional en la enfermería de la cárcel de El Puerto 2. Según datos relacionados con el sumario, Vidarte actuó simplemente como mediador, aunque fuentes cercanas a la investigación suponen que los argumentos de la defensa tratarán de imputarle mayores responsabilidades, que tenderían a exculpar parcialmente al diestro de jerez.El juez Grosso de la Herrán, de 27 años, manifestó, a las 14.00 horas de ayer, que no había recibido petición alguna, oral o escrita, de levantamiento del secreto sumarial, como se había barajado que iba a solicitar el letrado José Manuel Jareño, último que se ha hecho cargo de la defensa de los presuntos agresores. Éstos fueron detenidos por la policía en Salamanca el pasado día 12, y aún no han sido trasladados a El Puerto de Santa María para realizar un careo, pese a la petición hecha por el juez, con carácter urgente, el pasado día 16. El titular del juzgado se ha interesado "personalmente, por teléfono, en varias ocasiones" ante la Dirección General de Instituciones Penitenciarias por los motivos del retraso de este traslado, que, en su opinión, complica la marcha del caso.

Manuel Grosso de la Herrán, quien expresó la posibilidad de que en breve dicte auto de procesamiento contra Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula, y Enrique Vidarte, entre otros, aunque se negó a decir el número total de personas que podrían estar incluidas en él, manifestó: "Si no tuviera la convicción de que han ido a matarle [a José Gómez Carrillo] no hubiera elevado el asunto a sumario, sino que hubiera dirigido unas diligencias previas en las que, si las lesiones hubieran tardado en curar menos de 15 días hubiera habido un juicio de faltas y si ese plazo hubiera sido superior se habría celebrado un juicio aquí". Y el juez añadió: "El auto de procesamiento se conocerá de inmediato, porque esta situación no debe prolongarse demasiado. Lo que ocurre es que, para dictarlo con más elementos de juicio, quiero recibir declaración a los dos detenidos de Salamanca. Provisionalmente, aunque es una situación un poco irregular, Rafael de Paula y Enrique Vidarte siguen en prisión sin procesamiento, situación perfectamente lícita según muchos tratadistas, siempre que no se prolongue excesivamente. Insisto en que yo pedí el traslado de aquellos dos detenidos el día 16, y lo ideal hubiera sido que hubieran estado aquí el día 18, pero eso depende de Instituciones Penitenciarias".

Las versiones según las cuales Oswaldo Prado Jiménez, con diversos antecedentes policiales, según fuentes judiciales, y José Rodríguez Zafra intentaron tan sólo dar un susto o un aviso a José Gómez Carrillo las calificó el juez como "tesis que, lógicamente, querrá mantener la defensa", pero reiteró su convicción de que pretendieron causarle la muerte.

No hay, por el momento, datos fehacientes que permitan hablar de otras motivaciones que no sean los celos de un gitano hacia la mujer que ha mantenido relaciones con otro hombre. En círculos relacionados con el juzgado que instruye el sumario se descartan otras hipótesis, como una supuesta cuenta corriente conjunta de Rafael de Paula con Marina Muñoz, de la que la mujer del torero habría utilizado varios millones de pesetas, o las pasiones encaminadas por la vía de la homosexualidad.

El absoluto hermetismo de todos y cada uno de los protagonistas de esta historia, en una mezcla de precaución sumarial y miedo a represalias, es una de sus características principales.