Los carrillistas amenazan con no asistir a la conferencia nacional del PCE
La reunión del Comité Central del PCE se clausuró ayer, un día antes de lo previsto, sin que hubiera servido más que para ahondar las diferencias entre la mayoría, afecta a la actual dirección, y la minoría carrillista, que llegó a presentar una moción decensura contra el secretariado. La mayoría aprobó el largo informe que Gerardo Iglesias presentará a finales de este mes ante la conferencia nacional del partido, a la que los carrillistas, probablemente, no asistirán, según se desprende de las veladas amenazas proferidas ayer.
MadridEl informe de Iglesias, aprobado por 48 votos contra 19, parece acusar a la minoría y a su "camino de confrontación con los acuerdos del Comité Central", de los problemas por los que actualmente atraviesa el partido, y, empleando un tono más enérgico que en anteriores ocasiones, reafirma la voluntad de la dirección de "respetar y hacer respetar los estatutos de partido". "Que nadie confunda la serenidad con la debilidad", dijo Iglesias, añadiendo: "Quien reafirme que existen dos partidos o dos organizaciones paralelas asumirá la responsabilidad de colocarse fuera del PCE, puesto que el PCE es un solo partido, tiene una sola dirección y una sola política".Frente a ello, los miembros de la minoría carrillista en el Comité Central presentaron una suerte de voto de censura contra el secretariado -que ni siquiera llegó a votarse- denunciando que se pretende "autoexcluir" del partido a los integrantes de la minoría y se propicia una disolución de hecho de todos los órganos dirigentes de la organización de Madrid. "Todo ello es un intento de escisión de nuestro partido que comienza en Madrid, pero que puede desarrollarse en el resto de las nacionalidades y regiones para concluir en la formación de otro partido", dice el texto de este voto de censura.
El informe de Iglesias muestra una escasa autocrítica respecto a la labor realizada por la actual dirección en los últimos meses, acusa a la Unión Soviética de haber propiciado la primera escisión -protagonizada por Ignacio Gallego- en el seno del PCE, y hace un largo análisis sobre la conducta del Gobierno socialista, tanto en el plano económico, en la política nacional y en sus relaciones exteriores. A este respecto expresa "dudas razonables" sobre la voluntad final del Gobierno de cumplir su compromiso convocando un referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN.
Iglesias reiteró que se realizarán todos los esfuerzos de integración posibles y prometió que si la minoría cesa en su actitud permanente de descalificación "la voluntad integradora de la dirección del partido no tendría ningún límite".
Esfuerzos de integración
Carrillo negó una vez más que exista un esfuerzo de acercamiento, sino solo una operación de imagen. También aseguró que sus partidarios apenas intervinieron en la sesión, a puerta cerrada, del Comité Central por que "no valía la pena; estamos convencidos de lo inútil de la discusión, ya que sólo se trata de hacer creer que nosotros somos responsables de la crisis. También dijo que la solución más lógica cara a las elecciones legislativas sería la de incluir en las listas del PCE a militantes del partido prosoviético de Gallego, idea que fue considerada irónicamente como un "avance considerable" por el vicesecretario general, Nicolás Sartorius.A lo largo de este fin de semana, las diversas organizaciones regionales del PCE celebrarán, sus conferencias ordinarias, en las que elegirán los representantes que asistirán a la conferencia nacional prevista para fin de mes. La conferencia ordinaria de Madrid se celebrará los próximos lunes y martes, y todo indica que el comité regional, dominado por los carrillistas, adoptará la resolución de no asistir a esta conferencia, ante "los intentos escisionistas" que, según Adolfo Piñedo, practica la actual dirección respecto a la organización madrileña.
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