El Estudiantes aguarda la visita del Real Madrid

Ya es el Estudiantes cuartofinalista y rival del Real Madrid. Aunque la Demencia amenaza -"Se va a acabar la dictadura del Real"-, parece que la misión de eliminar al equipo madridista es imposible. El Caja de Álava resultó un equipo frío, que intentó con muy poco éxito forzar un partido de desempate. El Estudiantes ganó sobradamente y pasó menos apuros de los que refleja el marcador.La victoria del Estudiantes volvió a fraguarse en la defensa y en el individualismo de su base Vicente Gil, que acaba la temporada en olor de puntos, dominio del juego y gritos de "¡torero!, ¡torero"' de los incondicionales dementes. Repitió, sin embargo, el Estudiantes una nota curiosa, como fue la protagonizada por sus dos aleros nacionales Coll y Montes. Ambos acostumbrados a defender y a no tirar, salvo caso de extremaunción, se han visto obligados a cambiar de comportamiento a la vista de la marcha del espectacular Russell y de la inacabable lesión de Simms Ambos están obligados, ahora, a tirar más y, aunque sus lanzamientos no parezcan ortodoxos, lo cierto es que suelen ser certeros en los primeros minutos. Ya atinaron en Vitoria y así empezaron ayer en Madrid. Lo curioso es que, conforme pasan los minutos, parece que regresan a su antiguo comportamiento y enseñan sobre la cancha un miedo terrible a seguir tirando Empiezan muy bien en frío, cuando teóricamente es más dificil, y, sin embargo, acaban sin querer saber nada del tiro o tirando mal, acaso por un exceso de temor.

Por lo demás, nada especial mostró el Caja de Álava. Comenzó con defensa zonal 2-3, que cambió a individual en la segunda parte. El Estudiantes volvió a hacer hincapié en el marcaje al pivot White, del que se encargaba Pinone, al que ayudaba Coll. En esta situación, no le pareció que hubiera otro recurso más que ampararse en el individualismo de Hollis, que se encontró ante defensores aguerridos y no pudo mantener un ritmo vivo de anotaciones. Ciertos apuros de la segunda parte, 60-64 a falta de cuatro minutos, resultaron más bien aparentes. El Estudiantes acudió a los últimos minutos convencido de la victoria.