Laura García Lorca
Sobrina de Federico García Lorca, se presenta en Madrid como protagonista de 'La zapatera prodigiosa'
Laura García Lorca tiene los mismos ojos y los mismos apellidos que su tío, Federico. El autor de Poeta en Nueva York quizá nunca sospechó que algún día naciera en esa misma ciudad una sobrina suya, hija de su hermano Francisco, y que ésta, pasados los años, encarnaría en Madrid a uno de sus personajes dramáticos: La zapatera prodigiosa. La vida reserva sorpresas como ésta. Laura, la del inconfundible apellido español, es una joven actriz que se presenta ahora en Madrid y recita con un levísimo acento neoyorquino.
Laura ha dedicado los últimos cuatro años de su vida a estudiar arte dramático en Nueva York. En junio pasado volvió a Madrid con el proyecto de presentar aquí una obra del autor teatral norteamericanao Tom Shepard y se encontró con La zapatera. Alfredo, Brañas el director de la obra, conoce a Lauri, como él la llama, desde que ella vino, con 12 años, por vez primera a España. "A ella le apetecía hacer el papel", dice Brañas, "Hizo bien las pruebas y, además interpretar este personaje tiene para ella unas connotaciones sentimentales muy fuertes".A Laura le gusta el personaje de La zapatera prodigiosa porque es "de una enorme vitalidad, que expresa todo lo que siente, que no tiene armaduras". Ella posiblemente comparte en gran medida ese estilo de ser y comportarse, tamizado, no obstante, por una gran reserva ante la Prensa que sabe más a discreción inteligente que a parquedad de palabra. Así, cuando se le interroga acerca de la acusación que pesa sobre su familia de escatimar la difusión de la obra de Lorca ella afirma tajante que "nunca he estado de acuerdo con la política de mi familia al respecto. Federico García Lorca es del dominio público, y a veces he tenido no broncas, pero sí discusiones sobre esa postura... Claro, me parecía bien que se comportaran así mientras vivía Franco".
"¿Qué puedo yo decir de García Lorca, después de la cantidad de cosas que se han dicho y escrito sobre él? Quizá que se le ha mitificado demasiado", dice. "Él ha tenido una influencia muy grande en mi vida. Su apellido me ayuda y me pesa. Me ayuda porque si yo no me llamara García Lorca no hubiera conseguido este papel. Me pesa porque precisamente por llamarme así sé que la gente se va a fijar más en mi trabajo".
Laura García Lorca es hija de Francisco y de Laura de los Ríos hija a su vez de Fernando de los Ríos, ministro de Instrucción Pública durante la II República. Su hermana Gloria es pintora; su otra hermana, Isabel, también es actriz. Su padres fueron catedráticos de Literatura Española en la universidad norteamericana de Columbia y volvieron a España un vez jubilados, cuando Laura tenía ya 12 años. Estudiar aquí no fue una experiencia excesivamente agradable para ella, según comenta con medias palabras. En aquellos tiempos García Lorca ni siquiera aparecía en los libros de texto, y además ella, a tan temprana edad, era tachada de roja. Ahora se ríe al recordar que por esa razón la expulsaron del colegio.
Ha dejado España varias veces; una de ellas para estudiar Literatura Española en Cambridge. Alfredo Brañas dice que "Lauri es una hispanista". En la escena se desenvuelve haciendo alarde de una gran variedad de recursos expresivos; aunque nació en Nueva York baila y se mueve con gracia, andaluza y tanto en el escenario como en el camerino tiene la sencilla habilidad de caer simpática. Terminada la obra y el proyecto de Shepard, no sabe si se quedará en Madrid o volverá a Nueva York. "El teatro está ahora en España mucho mejor". Quizá esta Zapatera consiga el prodigio de atarla a estos lares para siempre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.