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Crítica:VISTO Y OÍDO /
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Eva y las amazonas

El fallecimiento en acto de servicio de un autor de manuales para atletas domésticos y corredores aficionados y el de Jack Kelly, presidente del comité olímpico norteamericano cuando practicaba el jogging, han hecho descender considerablemente el auge del ejercicio físico entre los habitantes de las urbes sin afectar por el momento a los fabricantes de prendas deportivas, principales beneficiarios de este mens sana in corpore sano que predican desde los medios de comunicación estrellas de la política y actrices en body de latex.Desde su urna televisiva, Eva Nasarre se ha visto obligada a remozar las estructuras de su espacio, en el que ahora se incluyen algunas aportaciones autóctonas al estudio del aerobic, como el salto de pídola, la conga o el tren; además, tras un riguroso casting, han sido eliminadas señoras con celulitis y caballeros adiposos del ballet, que cuenta ahora con media docena de coristas en plenas facultades sobre las que las cámaras se detienen con morosidad.

El programa alcanza inesperadas cotas de audiencia entre la tercera edad, a la que Eva Nasarre, redundando en el eufemismo, denomina tercera juventud. Para ellos, la espigada gimnasta propone ejercicios suaves y series de relajación con música tenue. Pero los ancianos entusiastas de Puesta a punto se conforman por el momento con la simple gimnasia visual. Ayudados por los comprensivos operadores, pueden recorrer, sin abandonar el mullido sofá, los contornos orográficos de las bellas ejecutantes enfundadas en sus maillots de fantasía, con grave perjuicio de su presión arterial.

Erotismo contenido

Para una mirada experta en descifrar los significantes de este ritual profiláctico diario, Puesta a punto rezuma erotismo contenido, y Eva Nasarre supera su extremada delgadez en su desinhibido idilio con las cámaras, para las que continuamente guiña el ojo, frunce el labio en ingenuo mohín o arquea las cejas. Algunos incondicionales suelen contemplar el programa sin sonido y en cada parlamento de la monitora imaginan otro género de frases más íntimas que "a ver cómo levantamos esas piernas".La pose de Eva Nasarre es intencionadamente infantil, y hace retroceder a sus más veteranos alumnos a las fases más primitivas de la sexualidad cuando, superando todas las barreras del lenguaje, invita a mover el pompis al compás de los ritmos de moda en una suerte de kama-sutra autorizado para todos los públicos a medio camino entre Fama y Barrio Sésamo.

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