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París confía en que la propuesta de Mubarak sirva para acercar la paz a Oriente Próximo

Soledad Gallego-Díaz

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, se entrevistó ayer en París durante tres horas con su homólogo francés, François Mitterrand, para exponerle el plan de paz jordano-egipcio para Oriente Próximo y solicitarle su apoyo. Un portavoz del Elíseo afirmó que la iniciativa egipcia "puede conducir a una aceleración porque simplifica el método para negociar", pero que "como toda acción enérgica" puede despertar una seria oposición.El plan jordano-egipcio supone que Estados Unidos acepte conversaciones preliminares con una delegación jordano-palestina. Mubarak, que viajará hoy a Washington para defender su proyecto ante Ronald Reagan, reconoció en París que se trata de una "operación difícil" y que no puede garantizar que vaya a convencer "al cien por cien" al presidente norteamericano. Estados Unidos se ha mostrado hasta ahora reacio a aceptar dicho diálogo, sobre todo porque en la delegación palestina figuraría la OLP. Washington prefiere un contacto directo árabe-israelí.

Buena relación con los árabes

El presidente egipcio ha solicitado la intervención de Francia, país que mantiene buenas relaciones tanto con las capitales árabes como con Jerusalén. Hosni Mubarak planteó a Mitterrand la posibilidad de que la Comunidad Económica Europea se pronuncie públicamente a favor del plan de paz. Egipto está interesado también en los contactos que mantendrá la semana próxima en Moscú el ministro de Relaciones Exteriores francés, Roland Dumas. El jefe de la diplomacia francesa se entrevistó hace tres días en Túnez con el líder de la OLP, Yasir Arafat.Según fuentes francesas, Arafat se mostró conciliador y pidió a Dumas que transmitiera al presidente de la República su agradecimiento por la actuación francesa en el conflicto del Líbano y por la actitud general que mantiene respecto al problema de Oriente Próximo. El agradecimiento palestino contrasta con las recientes declaraciones de una personalidad israelí, que calificó de cerdos a los soldados franceses integrantes de la fuerza de las Naciones unidas en el Líbano.

Al término de la larga entrevista Mubarak-Mitterrand, fuentes del Elíseo aseguraron que Francia "se hará eco en Washington del plan de paz" aunque matizaron el alcance de este apoyo. "Francia", añadió dicho portavoz, "sostiene todas las iniciativas que permitan aproximar posturas en el conflicto de Oriente Próximo". El presidente Mitterrand considera con simpatía las propuestas jordano-egipcias porque estima que lo más importante es abrir un diálogo de paz.

Dado que el frágil gobierno de coalición israelí no puede mantener contactos con la OLP sin correr el riesgo de romperse, la posibilidad de establecer dicho diálogo a través de un intermediario como los EE UU no puede ser desecha da sin un serio análisis. Ésta será la posición que mantendrá el Gobierno francés ante las autoridades norteamericanas, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores no se haga demasiadas ilusiones sobre el resultado de su gestión.

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