La fiesta de los mozos solteros de Plan finaliza hoy con pocas perspectivas de bodas

Una visita al pueblo de Gistain, la mesa redonda sobre Despoblación y repoblación, la actuación del grupo de danzas de San Juan de Plan y un nuevo baile hasta el amanecer con la orquesta Los Titanes atronando el entoldado construido para la ocasión compusieron el programa de la segunda jornada de la fiesta de los solteros de Plan, en la que, a velocidad de vértigo, empezaron a verse algunas parejas paseando que pusieron un tinte de justificación y relativo éxito al enorme entramado que ha supuesto para el valle de Gistau, en Huesca, la petición de mozas casaderas por parte de los casi 140 solteros de estos pueblos.

El valle y el pueblo de Plan se despertaron ayer bastante tarde. El baile de debutantes había acabado pasadas las cuatro de la madrugada y los lugareños e invitadas estuvieron haciendo balance de la jornada anterior con las sábanas hasta casi mediodía. Para cuando unos y otras llegaron a conclusiones sobre si la víspera había merecido o no la pena, y decidieron levantarse, el pueblo de Gistain esperaba ya la visita de las chicas, con los viejos en las calles y alguna chiquillería agolpada en la pared de un bar donde las forasteras iban a seguir degustando el vino traído de Alhama de Aragón o los refrescos, más piadosos con el estómago, tras una larga noche de garrafa.Las chicas habían empezado a perder la timidez inicial. Clemen, manchega, de 28 años, que se vendría a vivir aquí porque está "harta de la gentuza de Madrid", reconocía que no ha venido "por ninguno en concreto, aunque algún ojo se te va", y lo decía mientras comía queso mirando a Joaquín, un rubio de barba y ojos claros. Alda, una soltera portuguesa de 39 años, residente en Barcelona y con un hijo de 11, confundía a un periodista zaragozano con un aspirante y le dedicaba las mejores de sus proposiciones en la mañana fría y soleada del pueblo más alto del valle.

Casi ninguna de las alrededor de 80 mozas que pasan en Plan el fin de semana reconoce otra intención en su visita que conocer gente y ver el valle, como si el llamamiento explícito de los solteros a través de un periódico dejara demasiados resquicios a la duda sobre si habrían montado una agencia de viajes con fines de promoción turística.

Bien es cierto que parece haber algún caso de mera curiosidad por la fiesta. Blanca y Montse, de 34 y 29 años, respectivamente, se negaron a cubrir el requisito de mandar sus fotos y fotocopias del carné. Dicen que vinieron por "romper la monotonía y conocer chicos y chicas", y su actitud atípica ha debido de ser observada, ya que no han sido especialmente requeridas por la soltería de Plan.

"Que las suelten ya"

Frente a los comentarios de Ángel, un soltero de 48 años que pedía "que las suelten ya" y decía que iba a comprarse una soga muy larga "porque hay que ligalas" mientras bajaban el jueves de los autocares, o los de un guardia civil que hablaba a sus compañeros en la barra de un bar de las ventajas de las playas nudistas catalanas, porque "allí no hacen falta mujeres, que van solitas", Paqui, llegada de Cardedeu, en Barcelona, paseaba sus 22 años y la foto de su hija de uno y medio, reconociendo que "desde el 4 de enero", dos días después del anuncio de los tiones publicado en el periódico, "estoy nerviosa", y justificaba su viaje a este valle pirenaico diciendo que "creo que los de aquí son más sanos, y eso es lo que yo busco".Algo han debido de ver algunas en los chicas de estos pueblos, porque Marisa, una bilbaína de 26 años, madre de una hija que ayer cumplía 19 meses, decía que "ya no me iría de aquí si no fuera por la cría".

Muchas vinieron en los autobuses nerviosas, retocándose continuamente el maquillaje, esperando ver cómo eran en realidad esos aborígenes del valle de Gistau que habían dicho en todos los medios de comunicación que querían casarse como locos. Y alguna, como Quica, una onubense de físico rotundo, se desilusionaba recordando que "estaba en el pensamiento de uno, pero cuando le vi, nada".

Dos minutos en la NBC

Los hay que han tenido mejor suerte. Las televisiones extranjeras, fascinadas con el tipismo hispano de esta historia -la norteamericana NBC desplazó a Plan a su equipo en Francfort y cerró ayer el telediario de las 19 horas con dos minutos de reportaje- pudieron empezar ayer a filmar imágenes de José Manuel y Mari Carmen cogidos de la mano y paseando recortados contra unos picos nevados o de femeninos hombros anónimos rodeados por las carantoñas y el brazo de un pirenaico incipientemente enamorado.Las chicas, en cualquier caso, están resultando infinitamente menos cortadas que sus anfitriones, que se acodaban en la barra del entoldado donde se celebró el primer baile mientras algunas de ellas hablaban entre sí o que las veían deslizarse garbosas por la pista, a los sones de algo que la orquesta de Los Titanes preten día que fuera David Bowie o Tina Turner, mientras los mozos demostraban inferiores condi ciones para la contorsión.

La cortedad o timidez de los tiones quedó patente el jueves cuando una abuela de Teruel abandonó airada el baile tras recibir negativas de cuatro mozos con los que quiso marcarse unas piezas. O en la cena de recibimiento que los lugareños dieron a las mocetas, como aquí las llaman, en la que, tras decir que debían colocarse chico-chica, algunas se pasaron el transcurso del menú esperando que les preguntaran por lo menos cómo se llamaban. Una vasca y una zaragozana contaban ayer su asombro cuando, después de repartir los organizadores unos encelofanados claveles para que los anfitriones homenajearan a sus vecinas de mesa, alguien tuvo que pedirles al final que los cogieran ellas mismas porque la mayoría de los mozos no había seguido la sugerencia del inocente juego floral.

La intención de teñir de cultura estos días de expectación, miradas y vino, no implicó demasiado a anfitriones e invitadas, que optaron mayoritariamente por eludir el pequeño impuesto revolucionario de asistir a la mesa redonda en la que sociólogos y antropólogos de la Diputación General de Aragón abordaron el tema de la "Despoblación y repoblación" de estos parajes. La mesa redonda contó con la presencia de las personas de edad que, en muchos casos distraídas o atónitas, escucharon términos como "normas subsidiarias" o "planes directores" y que, en ocasiones, se interesaron por lo que puede suponer la explotación de las pistas de esquí.

Transcurridas ya dos jornadas de la fiesta de los solteros -hoy será la última- nadie puede asegurar con certeza que mosén Jacinto Brallans, el párroco, que ha estado muy metido en el cotarro y que no se ha perdido ni siquiera el baile de debutantes, vaya a desempolvar el libro de los ritos matrimoniales, aunque alguna que otra pareja esté dispuesta a darle facilidades.