El 'decálogo' que ofreció Iglesias

Gerardo Iglesias ofreció ayer al secretario regional de Madrid, el carrillista Adolfo Piñedo, pasar a formar parte del secretariado del PCE, actualmente integrado de manera exclusiva por miembros de la mayoría afectos a la actual dirección. Además, ofreció al líder de CC OO y también carrillista Julián Ariza pasar a formar parte del comité ejecutivo, donde los gerardistas cuentan con una holgada mayoría. Este es el primer punto del decálogo delineado ayer por Iglesias ante el comité ejecutivo, y cuyo propósito esencial es facilitar la unificación del partido, según fuentes de la propia dirección del PCE.El segundo punto consiste en ofrecer más reuniones del comité ejecutivo para deliberar las más candentes cuestiones políticas que vayan surgiendo. En el tercero, se ofrece a Santiago Carrillo formar parte de la comisión redactora del manifiestoprograma del partido. El cuarto punto formula la promesa de que Carrillo será invitado a las reuniones del secretariado cuando éste discuta tem as parlamentarios, y el quinto promete igualmente un buen puesto para el ex secretario general en las futuras listas electorales del partido. Sin embargo, Carrillo dijo ayer a los periodistas que "cree saber" que el propósito de la dirección consiste en hacerle encabezar la lista por Valencia, en lugar de por Madrid, lo que él consideró inaceptable.

Los cinco últimos puntos del decálogo no se refieren a ofertas de la mayoría a la minoría, sino a exigencias formuladas a esta última. Así, el sexto punto pide que cesen las descalificaciones del sector minoritario dirigidas contra la actual dirección, así como la "actividad inorgánica irregular". El séptimo, acaso el más polémico, pide la celebración de una conferencia extraordinaria de la organización regional de Madrid y un congreso extraordinario en Valencia en un plazo de mes y medio, para reorganizar los órganos de dirección en ambas zonas, dando entrada en ellos a personas afectas al sector gerardista.

En el apartado octavo se formula una exigencia semejante para el comité regional de Galicia, y el punto noveno, igualmente muy polémico, exige el cambio de línea" de la revista Ahora, dirigida por Carrillo.