Anguita utilizó un tono conciliador en la inauguración del nuevo ayuntamiento
El comunista Julio Anguita, alcalde de Córdoba, con un tono abiertamente conciliador, que sorprendió a gran parte de los 4.000 cordobeses presentes, presidió a mediodía de ayer la inauguración de las nuevas casas consistoriales de Córdoba, acompañado de todas las autoridades locales y provinciales, como único respaldo institucional.A pesar de la total ausencia de representación de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, y de los conflictivos precedentes que han rodeado la inauguración de este edificio, Anguita en su discurso omitió toda referencia directa a la polémica. No obstante, a lo largo de su insistente reivindicación de autonomía municipal, el alcalde aseguró que "este combate por conseguir un ayuntamiento autónomo en lo político y en lo económico se va jalonando diariamente de enfrentamientos legales, políticos e incluso protocolarios". "Estamos", añadió, "conquistando el sitio que la Consititución nos da, o mejor, nos autoriza a tener, porque hacer realidad la letra de las leyes es siempre una fatigosa tarea y una alerta permanente".
Anguita centró todas sus palabras en este planteamiento autonomista, en consonancia con el Día de Andalucía que se celebró ayer, y en el recuerdo de los avatares que durante los últimos 15 años ha vivido la corporación cordobesa en su búsqueda por una sede, desde que en 1969 las antiguas casas consistoriales fueron declaradas en ruinas. Estaban ubicadas en el mismo lugar donde se han levantado las ahora inauguradas, en la calle Capitulares, junto a las ruinas del templo romano de Claudio Marcelo. Asistió al acto el obispo de la ciudad, José Antonio Infantes Florido, aunque no se bendijo el edificio.
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