Marisol Paíno intenta jugar en Segunda División

El caso Marisol Paíno -la jugadora de baloncesto que permanece inactiva desde hace dos temporadas por negarse a pasar el control de sexo- puede quedar cerrado próximamente, al haber presentado el club de Segunda División femenina Xuncas-Frigsa, de Lugo, el cuarto recurso de un largo proceso, que parece que será el definitivo. El equipo lucense recurre contra el acuerdo, de la Federación Española de Baloncesto según el cual cualquier jugadora que haya participado en Primera División tiene que superar el control para tomar parte en otra categoría.

Los responsables del Xuncas consideran que "ésta es una norma hecha pensando sólo en Marisol y dirigida no por la federación, sino por algún club".Marisol Paíno, una de las mejores jugadoras que ha dado el baloncesto español, máxima encestadora de la Liga de Primera División femenina, elegida mejor jugadora, e internacional en más de 20 ocasiones, permanece inactiva desde hace dos temporadas, a la espera de que se resuelva la situación creada primero por el expediente que le fue abierto en el Celta de Vigo por abandono del equipo, y que, una vez resuelto, se convirtió en una controvertida polémica por su negativa a someterse a un control de sexo.

Abandono

La vallisoletana abandonó súbitamente el Celta y el baloncesto español a comienzos de la temporada 1982-1983, tras disputar con el club vigués unos minutos de competición frente- al Hispano-Francés, por no ver cumplidas algunas de las condiciones de su contrato, apalabradas con anterioridad.Mientras el Celta abría expediente a la jugadora por "incumplimiento de contrato y abandono del equipo", en toirno al caso se iniciaba una importante polémica sobre su negativa a someterse a control de sexo, lo que siempre rechazó, incluso a comienzos de esta temporada, cuando un equipo canario le ofreció cuatro millones de pesetas por formalizar un contrato.

Tras permanecer siete meses inactiva en el Celta, el Xuncas-Frigsa, de Lugo, inició las gestiones para el fichaje de Marisol Paíno; al tramitar la licencia, se encontraron con un expediente que, en opinión de los responsables del equipo lucense, debía estar ya resuelto, porque se hallaba paralizado y fue puesto en marcha diez meses después, al intentarse el fichaje. "No se debatía", recuerdan los responsables del club, "el control de sexo, porque entonces no era necesario, sino su marcha repentina del Celta".

Pidieron la carta de baja al equipo vigués, ante su negativa, la solicitaron a la Federación Gallega-Sur; ésta no resolvió el caso, y tras nombrar dos jueces instructores, la sancionó con no poder alinearse por espacio de año y medio, quedando en libertad al cumplir la sanción y, consiguientemente, pudiendo jugar en cualquier equipo.

Teóricamente, esta, sentencia suponía el final del caso, pero al ser remitida a la junta de gobierno de la federación para que se ratificase, ésta aumentó la sanción a toda la temporada 1983-1984, con lo cual podría jugar en la actual.

Nueva norma

Sin embargo, en la asamblea que la federación celebró el pasado verano se aprobó una nueva norma -con los votos en contra de todos los representantes gallegos, a excepción del Celta- según la cual, cualquier jugadora que h aya militado en Primera División debe superar un control de sexo para poder actuar en otras categorías. Claramente parecía una norma hecha para Marisol Paíno.Contra esta resolución ha recurrido, con resultado negativo, el Xuncas-Frigsa, de Lugo, en tres ocasiones; ahora lo hacen por cuarta vez al creer sus responsables que "es una norma hecha sólo para Marisol, porque hay equipos que tienen hasta tres jugadoras sin haber pasado el correspondiente control y que han actuado en Primera División".

Recurso

El recurso planteado ahora por el club lucenses se basa en que la norma que establece el control de sexo no había entrado en vigor cuando Marisol Paíno se negó a pasarlo, y que dicha norma fue efectiva a comienzos de la temporada 1984-1985, y en que otras jugadoras que están en el mismo caso, sí están compitiendo.Los responsables del Xuncas-Frigsa, no descartan la posibilidad de acudir a los tribunales ordinarios si tampoco en esta ocasión se le concede permiso a la jugadora para volver a la actividad deportiva.