La huelga de los trabajadores de Renfe impidió viajar en tren a más del 80% de los usuarios habituales
La huelga realizada ayer por los trabajadores de Renfe para presionar en la negociación de¡ convenio colectivo impidió que más de las cuatro quintas partes de los usuarios habituales pudieran viajar en tren. Menos de 100.000 personas de las 500.000 que, como promedio, utilizan el ferrocarril un viernes pudieron ayer servirse de este medio de transporte. Durante la jornada de huelga, que tuvo un seguimiento masivo, se produjeron grandes retrasos en los trenes que tenían autorizada su circulación merced a los servicios mínimos impuestos por la compañía. Los piquetes impidieron la circulación de algunos trenes .
Los servicios mínimos habilita dos para paliar el paro de 24 horas realizado ayer en Renfe sólo permitieron la circulación del 22% de los trenes de largo recorrido y el 15% de los de cercanías (desde el pasado 7 de febrero, fecha de la última subida de tarifas, la compañía califica como trenes de cercanías los que cubren un trayecto inferior a 75 kilómetros, aunque unan dos o más provincias). El colapso de la circulación ferroviaria provocado por la huelga se sintió especialmente en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona. Sólo en Madrid, 200.000 personas utilizan el tren cada día para desplazarse de sus domicilios a sus puestos de trabajo. La acción de los piquetes motivó además la paralización de algunos servicios mínimos previstos, o retrasos de hasta siete horas en otros. En la madrileña estación de Atocha las unidades de cercanías funcionaron con normalidad de seis a siete de la mañana, pero en las dos horas siguientes no pudo tomar la salida ninguna otra. Esta circunstancia afectó al funcionamiento general de la estación y provocó retrasos e n cadena, entre media hora y una hora, en los trenes de largo recorrido procedentes de Anda lucía.Siete horas de retraso También en la estación de Fuenlabrada algunas máquinas aparecieron con los cristales de visión del maquinista pintados, y esto supuso la suspensión de algunos servicios. En Barcelona se produjeron retrasos considerables en la línea que une Mataró con Arenys de Mar y Massanet Massana.Las incidencias más importantes se produjeron en Miranda de Ebro (Burgos), pueblo ferroviario por excelencia, donde a la 1.10 de la madrugada fue paralizado el tren procedente de Bilbao con destino a Madrid por el procedimiento de hacer sonar la alarma. Este tren no pudo reanudar su marcha hasta cinco minutos antes de las ocho de la mañana. Los retrasos afectaron también al Madrid-Bilbao y al IrúnMadrid, en ambos sentidos.También el expreso Rías Bajas (Vigo-Madrid) fue retenido durante media hora en Medina del Campo para segregar un vagón que, según los trabajadores, excedía lo contemplado en los servicios mínimos. Este mismo motivo provocó la parada en Valladolid, durante una hora y media, del tren Gijón-Valladolid.
La actuación de los piquetes se debe, según fuentes sindicales, al malestar existente en la plantilla por la imposición de servicios mínimos-. Las centrales sindicales se habían negado a la circulación de ningún tipo de tren, salvo en caso de urgencia o de peligro de seguridad para la población. La huelga fue convocada unitariamente por todos los sindicatos con representación en Renfe (CC OO, UGT, Sindicato Libre Ferroviario y USO), como arma de presión ante la oferta de convenio de la empresa. La dirección ofrece un 4%. de subida salarial y el ingreso de 2.700 nuevos trabajadores en plantilla. Los represa ntantes de los trabajadores reivindican un 7,5% de aumento en los salarios y 7.000 altas laborales. El comité intercentros tiene también convocadas huelgas de 24 horas para los días 8 y 15 de marzo, cuya realización está condicionada a la postura que mantenga la empresa en la reunión negociadora del próximo día 27.La convocatoria fue secundada por el 95% de los trabajadores no afectados por los servicios mínimos, según fuentes laborales, que la calificaron de éxito rotundo, y por el 80%, de acuerdo a las estimaciones de la empresa. La participación del personal de oficinas fue inusualmente alta, alrededor de un 65%.Como refuerzo a la jornada de presión los trabajadores realizaron diversas concentraciones en distintas ciudades. En Madrid, más de 2.000 personas se manifestaron en la estación de Atocha. En Granada, un grupo de trabajadores intentó interrumpir la circulación rodada en las calles de la ciudad y fue disuelto por la policía.
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