Tres expulsados en el 'derby' sevillano

El Sevilla ganó anoche a su eterno rival, el Betis. Su afición no dejó de animarle en los primeros minutos del encuentro, cruciales para el desarrollo posterior del partido. Hacía tiempo que en el Sánchez Pizjuán no se producían gritos de aliento tan continuados. Cabría convenir en que casi se constituyeron en la clave del encuentro.Los sevillistas, espoleados por sus incondicionales, llegaron a parecer auténticos maestros del manejo del balón sobre el agua, mientras los béticos no acertaban a hilar jugada. El gol, en estos primeros minutos, fue justa recompensa a la presión sevillista de los primeros veinte minutos.

El Betis fue tomando terreno contrario. Pero, cuando empezaba a llegar tímidamente al área blanca, se alcanzó el descanso. Todo hacía pensar que el Betis podría ser el que dominara en la segunda parte, pero no fue así.

El Sevilla supo colocarse mejor en el campo y, si era en el centro del terreno donde más tiempo se disputaba el balón, eran precisamente los blancos los que mayores peligros creaban, sobre todo a través de Álvarez II, que corría, profundizaba y driblaba increíblemente, dadas las precarias condiciones del césped. Sólo en los últimos minutos el Sevilla se dejó encerrar en su área, pero en todo momento la defensa se mostró firme y supo alejar el peligro de las cercanías de Buyo.

Por el Sevilla destacaron Francisco y los hermanos Álvarez, mientras que en el Betis Gordillo demostró estar plenamente recuperado y fue el más luchador.